(Video: Twitter @Miriam_Junne)
Grupo México, la minera más grande del país, vertió accidentalmente 3.000 litros de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés, componente químico altamente corrosivo que se utiliza para separar el cobre del mineral común, que en concentraciones de entre 5% y 15% causa irritación en la piel y ojos, y superiores a ese rango provoca quemaduras.
Según un manual de la Organización Mundial de Trabajo acerca de las labores con químicos, cuando la sustancia se mezcla con el agua produce una cantidad grande de calor que puede causar incendios, dependiendo de la dosis de ácido involucrada.
"Los peligros mas graves de exposición al Ácido Sulfúrico se dan en derrames accidentales durante su transporte y manipulación. Niveles mucho más bajos están presentes en la atmósfera por oxidación de óxido de Azufre generado en plantas donde se libera como emisión. El grado de afectación a los diferentes individuos se ve agravado por enfermedades respiratorias crónicas como asma, a nivel respiratorio; enfermedades gastrointestinales crónicas, como gastritis, a nivel gástrico y enfermedades oculares o cutáneas, como conjuntivitis crónica o dermatitis", dice un informe de la Environmental Protection Agency.
El derrame de Sonora se dio al momento en que la empresa hacía un procedimiento de prueba y drenado correspondiente al lavado de las tuberías que transportan los químicos, que se realiza antes de cada operación de carga.
Abraham Larios Velázquez, titular de la Administración Portuaria de Guaymas, dijo a medios de comunicación locales que por altas temperaturas que pudieron ser provocadas por el clima, se venció una de las válvulas y en consecuencia se hicieron charcos de ácido sulfúrico que cayeron al mar.
En un comunicado, Grupo México informó que el problema se dio el martes 9 de julio a las 15 horas aproximadamente y que fueron tres metros cúbicos los que fueron vertidos. "Se está procediendo con el trasvase del ácido del contenedor a una pipa. Se está trabajando ya en neutralizar la solución", informó la compañía en un documento firmado por Carlos F. Lozada Almada, director de Comunicación de la compañía.
Larios también informó que las válvulas de la empresa fueron cerradas y que se realizó el rebombeo de retorno para evitar que hubiera un derrame más grande. También explicó que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) determinaría e nivel de los daños y la manera en la que Grupo México tendría que resarcirlos.
Elementos de la Marina estuvieron presentes en el sitio para analizar la gravedad de situación y dar inicio a los protocolos de control. Después de determinar que no ya no habría más químico derramado, decidieron que no era necesario abordar procedimientos de emergencia.
Después del accidente, el diputado Carlos Navarrete del partido Encuentro Social, presidente de la Comisión de Minería de la Cámara local, solicitó a las autoridades que le retiraran los permisos a Grupo México para continuar operando en el territorio.
El legislador recordó que hace casi cinco años la misma empresa derramo tóxicos en Sonora, provocando la mayor tragedia ambiental del país. Fueron 40 mil metros cúbicos los que contaminaron ríos como el Bacanuchi, lo que afectó a un millón de sonorenses que viven en la periferia.