Personal de la Secretaría de Salud fue desalojada de las instalaciones centrales, luego de que se alertara sobre una supuesta bomba.
El hecho sucedió al rededor de las 10:00 horas de este jueves, cuando a a través de una llamada telefónica, una voz masculina avisó que en menos de cinco minutos estallaría un explosivo.
Según Notimex, de inmediato los empleados desocuparon las oficinas de la dependencia, que están ubicadas en la calle Lieja no. 7, Chapultepec, 06600, alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México.
Hasta las 13:00 horas de hoy, las autoridades habían descartado la presencia de algún material explosivo. No obstante, continúan las labores de revisión.
La dependencia no ha emitido ninguna información al respecto.
Prenden alertas con explosivos
El pasado 30 de mayo, empleados del complejo petroquímico Pajaritos en Coatzacoalcos, Veracruz, desalojaron el lugar por una presunta amenaza de bomba.
El personal militar y de Seguridad Física de Pemex evacuó a los trabajadores a fin de revisar las instalaciones y garantizar que no hubiera ningún artefacto explosivo.
Protección Civil del estado dio a conocer que los trabajadores de Pemex implementaron los protocolos necesarios, y aclararon que será la petroquímica la que dará más detalles sobre la situación. Hasta el momento no se ha emitido ningún informe oficial. No obstante, medios locales han dicho que tras la inspección la amenaza de bomba resultó ser falsa.
El Complejo Pajaritos sufrió una explosión el 20 de abril de 2016, dejando un saldo de 32 personas muertas y 130 heridos. El incidente se reportó entorno de las 14:30 horas, prologándose el incendio hasta las 18:00 horas.
En la explosión se vio afectada un área superior a los 2,000 metros cuadrados, lo que unido a las víctimas lo convierte en uno de los siniestros individuales más costosos para la industria en México.
Además de este trágico accidente, los complejos de Pemex han sido desalojados varias veces a lo largo de los años. En 2017, más de 6,000 trabajadores fueron evacuados de la sede principal de la empresa tras recibir una amenaza de bomba. Tras activar el protocolo de seguridad, se confirmó que había sido una falsa alarma, por lo que se procedió a regresar a las actividades.
En un suceso semejante, ocurrido en 2013, 37 personas murieron a causa de una explosión originada por la acumulación de gas metano y vapores de solventes en un edificio del complejo. El estallido afectó cuatro de las 12 plantas del lugar, en el cual se encontraban trabajando cerca de 20000 personas.