Aunque nunca quedaron atrás las décadas de los ochenta y noventa, cuando la Ciudad de México se convirtió en un referente mundial de la violencia urbana (no se podía tomar un taxi en la calle y se inventaron términos como secuestro exprés o carrusel de cajeros), en los últimos meses han reaparecido las matanzas y venganzas entre capos, que revelan la llegada de la violencia con un nuevo rostro. En concreto, la Unión Tepito.
En el mundo del gran crimen, la célula controla la venta de droga a gran escala: en 12 de las 16 alcaldías, y las extorsiones en cantinas, restaurantes y hasta tiendas de trajes de algunos de los barrios más pudientes de la CDMX como el Centro Histórico, la Roma, la Condesa, Santa Fe, San Ángel y Polanco.
Con esto, dicho cártel ha impuesto su sangriento manual que incluye descuartizamientos y ejecuciones, a los que por un tiempo fue ajena la capital del país.
Pero, la fuerza con la que ha arrastrado la Unión Tepito a la metrópoli mexicana no es casualidad, sino tiene su origen en una amplia red de protección oficial, que le ha permitido al cártel expandirse durante los últimos 10 años.
La "sofisticada" red de corrupción
De acuerdo con un organigrama obtenido por Noticieros Televisa, la extinta Comisión Nacional de Seguridad ubicó a policías, un agente del Ministerio Público, reos, informantes dentro y fuera del gobierno así como decenas de narcomenudistas, entre las personas que participan en la red de corrupción de la Unión Tepito.
La circular divide en cuatro a los grupos de protección: el primero apoya al cártel sin formar parte de él; el segundo distribuye droga en los penales; uno más es conformado por clientes y proveedores y el último lo forman las autoridades que presuntamente ayudan al grupo delictivo.
En este último aparecen cinco mandos de la Policía capitalina, a los cuales la CNS les siguió la pista durante meses.
Raúl Peralta Alavarado, quien fue general de la Policía de Investigación de mayo de 2010 a diciembre de 2018, les brindó protección a los miembros de la Unión Tepito.
Otros elementos identificados en dicha división son el "Comandante Pinto" y "Comandante de Anda.
Únicamente descritos con sus alias, "Comandante Capulina" y "Comandante Camacho", ambos miembros de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, apoyarían con seguridad a los miembros del cártel.
Un agente, cuya identidad no ha sido revelada, sería el encargado de la logística para trasladar droga en vehículos con compartimentos ocultos. Además, un sujeto reconocido como "Lic. Villicaña", adscrito al Ministerio Público, proporcionaría información de agencias ministeriales a la banda delictiva.
Hasta el momento, no se conoce una orden de aprehensión en contra de ninguno de los supuestos "narco policías".
Los cómplices externos
Conocidos como soplones, chivatos, informadores o simplemente "denunciantes", son parte importante de las bandas delincuenciales, ya que son ellos quienes "dan el pitazo" (informar sobre hechos que ocurren al exterior del cártel).
En la Unión Tepito, un hombre conocido como "El Apa" y/o "Panchito", al parecer cuenta con contactos en el área de cámaras de vigilancia de la CDMX.
"Toño", funge como intermediario de la banda criminal y autoridades de la capital, con la finalidad de poder obtener beneficios a favor del cártel.
El hombre encargado de establecer vínculos con los custodios de un penal de la metrópoli, se identifica con el alias "HNI". Éste es el responsable de entregar la droga a los reos y miembros de la Unión Tepito, para que sea distribuida al interior de la prisión.
"Cabecillas narcos" caídos
La detención y asesinato de algunos líderes del cártel capitalino, han dado pie a que los "pollitos", como se les conoce a los narcomenudistas con un papel menor, asciendan dentro del organigrama de la Unión.
Del primer circulo identificados por las autoridades se encuentran dos criminales: uno apodado "El Perro", quien presuntamente es el encargado de cobrar el derecho de piso a comerciantes de Eje Central y está relacionado con el despojo de inmuebles en el Centro Histórico, alcaldía Cuauhtémoc.
El segundo es identificado bajo el alias "La Manzana", quien además de estar vinculado con la distribución y venta de drogas, es buscado por el asesinato de seis personas en Plaza Garibaldi.
Actualmente, la estructura del cártel está conformada por 35 delincuentes, quienes han sido detenidos y otros asesinados por grupo rivales. Sin embargo, han sido suficiente para que arrastren a la capital mexicana a su etapa de mayor violencia en épocas recientes mientras extendían su poder.