Es imposible imaginar el uso de las redes sociales y la comunicación digital sin los memes; forman parte de una nueva forma de comunicación, impulsada por la tecnología.
La palabra "meme" fue inventada por Richard Dawkins en 1976, concebida como una idea que puede pasar de persona a persona y de generación en generación. Este producto cultural de fácil transferencia ha sido una de las más grandes revoluciones de los últimos años.
Su capacidad para comunicar, su utilidad como publicidad política e incluso su rol en movimientos sociales, además de ser una fuente invaluable de humor visual, convierte a los memes en un tipo de lenguaje con cada vez mayor relevancia. ¿Cómo es que llegaron a adquirir tanta relevancia?
Las clave radica en el hecho de que como seres humanos, nos sentimos identificados. Hugo Luis Véliz Sánchez, maestro en psicología por la Universidad Autónoma de México (UNAM), explicó en entrevista para Infobae México que a través de los memes se transmiten emociones, se simbolizan ideas, pensamientos… todo sintetizado en una imagen.
"El ser humano es primordialmente visual. Nosotros percibimos algo y hay una necesidad de compartir, de comunicarnos, de expresarnos; y lo buscamos recrear de manera creativa", dijo.
Una de las características de los memes es que comparten algo de manera inmediata. Para sus creadores, se trata de concebir algo en un momento coyuntural y de difundirlo de manera efectiva a través de las redes sociales.
Esas imágenes que aparecen en nuestras pantallas de los celulares o la computadora generan empatía. Es una emoción compartida tanto por el emisor como por el receptor. Y el cerebro humano es capaz de aprender de esa manera.
Los memes abstraen la información, se comparten, y el cerebro tiene esa capacidad de procesar la información para darle un significado
Al ser una nueva forma de escritura, explica Véliz Sánchez, los memes no dejan de abstraer la realidad al mismo tiempo que se construye una nueva con esa información que se transmite. No son sólo algo que se replica en las redes sociales, sino que se pueden hacer variaciones de ellos.
El propósito de la imagen que se comparte es contribuir a una conversación o un diálogo ya empezado. En términos de comunicación social, ayudan a reconocer y representar la experiencia. De acuerdo con Sánchez, los memes funcionan tan bien porque tienen la capacidad de transportar una idea de una mente a otra, y esa habilidad permite y facilita la interacción social de nuestra especie.
La repetición de patrones es la naturaleza del meme. Es una forma de expresarnos, rápida, donde las experiencias son particulares, individuales y a alguien se le ocurre pero después se vuelve una imagen colectiva e incluso universal
Su eficacia para comunicar ha provocado que la cultura del meme se haya extendido a todas las generaciones. "No es algo exclusivo de los jóvenes. Mi mamá sabe memes, mi abuela, mis tíos y sobrinos también saben memes", reveló Hugo Véliz.
Su vigencia y popularidad forma parte de la manera en la que los seres humanos nos comunicamos actualmente. De una manera sintética, nos comunicamos con nuestro entorno y nos sentimos parte de esa comunidad. Es ese pensamiento que cruza por la mente de alguien al decir "vi algo gracioso, o algo que me enfadó mucho, o me hizo reaccionar de esta manera y quiero que los demás también lo sepan".
La tecnología es clave en todo esto, pues es la que permite que el meme se generalice. A su vez, es la repetición la que le otorga la popularidad o estas imágenes. En ese sentido, no es necesario que la foto o dibujo empleado sea previamente famoso, sólo tiene que ser usada.
"El uso es la clave. Frases como 'callate chachalaca', 'oblígame prro' o 'ALV', son algo que no existía hace tres, cinco años. Se generan en un momento y se convierten en algo de la cultura popular", concluyó el psicólogo.