El próximo inicio de cursos escolares comienza el 26 de agosto. Para ese entonces, la Secretaría de Educación Pública (SEP) deberá haber entregado 176 millones de libros de texto en todo el país.
En la opinión pública existen dudas de que este objetivo se logre, sin embargo, las autoridades aseguran que la tarea quedará solventada antes del inicio de las clases y que 150 millones de libros llegarán a los 32 estados del país durante julio y el resto se terminará de entregar en agosto.
Los materiales supondrán un beneficio para más de 25 millones de alumnos de educación básica, así como a 1.4 millones de profesores en 186.000 escuelas. Al respecto, Antonio Meza, director de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito (Conaliteg), mencionó que "habrá libros en tiempo y forma".
Desde la institución encargada de hacer llegar los materiales a los jóvenes mexicanos aseguran que han logrado sobreponerse a un atraso de tres meses, pues normalmente los libros se comisionan en el mes de enero, pero en esta ocasión el proceso comenzó hasta abril.
Meza explicó que la demora se debió, por una parte, al cambio de Gobierno y, por otra, a la necesidad de consolidar las compras de insumos y las licitaciones con los proveedores, cuya responsabilidad de su elección, en esta ocasión, no fue de la Conaliteg sino de la Oficialía Mayor de Hacienda vía el sistema de Oferta Subsecuente de Descuento.
Sobre las críticas hacía el retraso, Antonio Meza explicó para el diario El País que "en esta administración se han pisado muchos callos hablando en términos económicos, personas que se llevaban licitaciones previamente asignadas o directamente sin licitación, ellos son básicamente los que están molestos".
Para lograr el fin de entregar todos los libros en el tiempo requerido, la Conaliteg también ha buscado el apoyo de las Fuerzas Armadas y de otras dependencias gubernamentales para lograr el reparto desde los centros de distribución de Querétaro (encargado de la zona norte del país) y de Tlalnepantla (responsable del centro y sur del territorio nacional).
Desde estos lugares se envían a los 367 centros regionales que hay en el país y posteriormente a todos los preescolares, primarias, secundarias, telesecundarias y telebachilleratos, además de las escuelas de tiempo completo y los centros de convivencia escolar.
La Conaliteg también es responsable de hacer las publicaciones en sistema braile y en tamaño aumentado para que las personas invidentes y con debilidad visual puedan tener acceso a la educación sin problemas. Pero otro de los problemas más complejos que debe enfrentar la comisión es el de garantizar los materiales en cada una de las lenguas del país.
Éste también es un reto sumamente dificultoso, pues en México se deben producir libros para más de 60 idiomas y 120 variantes. Por poner un ejemplo, en náhuatl, la lengua indígena más hablada, se pueden imprimir 300.000 unidades, mientras que para los hablantes del popolca se producen poco más de 1.000.