Investigadores de la UNAM buscan alentar a la población, el sector público, privado y académicos a que juntos impulsen un marco legal con el cual se limite el uso de plástico. Para hacerlo necesitaban tener diagnóstico de los daños producidos por este material, pero la falta de datos imposibilitaba su proyecto.
Las bacterias, el oxígeno atmosférico, la radiación ultravioleta y la fuerza mecánica de las olas provocan que el 99% del PET se fragmente en partículas de uno a cinco milímetros, imperceptibles a simple vista, conocidas como microplásticos los cuales afectan a las especies marinas y a todo el sistema biológico.
Cada año se arrojan al océano entre cinco y 13 millones de toneladas de plásticos, cifra que se quintuplicará para 2050, de acuerdo con investigadores del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM.
Es difícil hacer un diagnóstico de los daños producidos por el microplástico porque en México y Latinoamérica los estudios en este tema son incipientes. Jorge Feliciano Ontiveros Cuadras, uno de los investigadores del ICML, conocía casos donde se encontraron fragmentos de PET en organismos acuáticos, a partir de lo cual concluyó que no solo los mares están contaminados también los alimentos extraídos de ellos consumidos por las personas.
La unidad Académica Mazatlán del ICML, de la que forma parte Ontiveros, analizó la arena de seis playas del sur de Sinaloa el agua superficial de Estero de Urías y la bahía de Mazatlán, de diciembre a enero de 2018. Se trata del primer esfuerzo por estudiar la situación del microplástico en el país por conocer la magnitud del problema e implementar acciones que reduzcan su ingreso a la playas nacionales.
Los resultados obtenidos en el estudio del ICML indican que la concentración de partículas plásticas oscila entre una y 10 partículas por kilogramo de arena, informó la UNAM a través de un comunicado.
Los valores preliminares obtenidos son menores a los registrados en zonas costeras de otros países: Estados Unidos oscila entre 13 y 51 partículas por kg, Taiwán entre 2 y 532 o Alemania entre 14 y 532.
LEE: Los seres humanos ingieren 250 gramos de microplásticos por año
En las aguas superficiales alrededor de Mazatlán se promediaron 2.3 partículas por metro cúbico, una tercera parte de la concentración media del norte del Golfo de México que es de 6 microplásticos por metro cúbico y una décima parte de lo registrado en Corea del Sur, donde se encontraron 211 fracciones de plástico.
A pesar que las concentraciones son bajas, la confirmación de la presencia de estos contaminantes en el mar y las playas mexicanas abre la posibilidad de ser consumidos por las personas al comer productos del mar.
Los investigadores de la UNAM alertaron de un posible aumento de la cantidad de estas partículas durante la temporada de lluvias, por eso continuarán monitoreando las arenas y el mar de Mazatlán para evaluar el nivel de contaminación.