México atraviesa por la peor crisis migratoria de su historia reciente, derivado de la huida masiva de migrantes, procedentes principalmente de Centroamérica, quienes escapan de la pobreza y violencia que se vive en sus países.
Su objetivo es claro: llegar a Estados Unidos y cumplir el sueño americano. Y para ello, viajan miles de kilómetros, muchos de ellos caminando, cargando a cuestas hambre, cansancio, enfermedades y sorteando peligros a su paso por los distintos países, incluido México.
La llegada de miles de migrantes a través de varias caravanas desde finales del 2018, puso en jaque al gobierno de México, que optó por refrendar su política de puertas abiertas, respetando los derechos humanos. La situación generó una crisis en las ciudades fronterizas al verse rebasadas por la llegada de los extranjeros, que incluso derivó en algunos hechos xenófobos.
Los migrantes lo han dicho una y otra vez: buscan llegar a Estados Unidos. La mayoría pide asilo, argumentando que, si regresan a su país de origen, podrían morir ya que han sido amenazados, principalmente por pandilleros. La Unión Americana ha rechazado a la mayoría, pero los ha regresado a México. Y el presidente Donald Trump ha insistido en que México debe detener la llegada de los migrantes.
A inicios del mes de junio, Trump endureció su discurso y amenazó a México con imponerle aranceles de 5% a todos sus productos si no frenaba la migración indocumentada que buscaba llegar a Estados Unidos. Durante varios días, una comitiva del gobierno mexicano encabezada por el canciller Marcelo Ebrard, negoció con representantes de la administración Trump. Acordaron que México bajaría la llegada del flujo migratorio en 45 días.
A unos días de que termine junio, el gobierno mexicano reporta un número récord en la detención de migrantes.
De acuerdo con Animal Político que cita a autoridades del Instituto Nacional de Migración, al 24 de junio, han sido detenidas 23,917 personas que entraron al país de manera irregular, principalmente hondureños, guatemaltecos y salvadoreños.
Esta cifra refleja además, un aumento de hasta 150% en comparación con junio del año pasado, cuando en ese entonces México detuvo a 9,577 migrantes.
México pasó de detener a 308 migrantes por día en junio del año pasado, a 771 diarios en este mes.
(Foto: EFE/José Torres)
Y si la comparativa se hace con junio de 2017, cuando se reportó 7,471 detenciones, el crecimiento en 2019 es todavía más grande: las capturas aumentaron hasta 220%.
De diciembre de 2018 a junio de 2019, México ha detenido a 105,834 migrantes indocumentados, superando las cifras de todo 2017 cuando se detuvo a 93,846 personas y las de 2018 cuando fueron capturadas 138,000.
Las cifras de detención de menores migrantes también han tenido un aumento. Hasta el mes de abril van 15,208 lo que representa 53% más que en 2018. De ellos, 8 mil 863 tienen 11 años o menos, es decir, casi 6 de cada 10 (58%); y 1,299 viajaban solos hacia Estados Unidos, sin la compañía de ningún adulto (el 14%).
El envío de la Guardia Nacional, así como de soldados y policías a las fronteras norte y sur, busca incrementar la captura de migrantes y cumplir con el compromiso hecho con el gobierno de Donald Trump.
De acuerdo con el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, las detenciones de migrantes indocumentados puede darse en el límite fronterizo con Estados Unidos.
Y aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha mantenido su postura de que la política migratoria de su gobierno está basada en el respeto a los derechos humanos y en brindar oportunidades a los migrantes, en los hechos, se ha registrado un cambio que refleja una política de contención.