Emiliano Salinas, hijo del ex presidente de México Carlos Salinas de Gortari, reapareció feliz y disfrutando de un paseo junto a su esposa, la actriz Ludwika Paleta, en las calles de Londres, Inglaterra.
Después de haber sido fuertemente vinculado con la secta sexual Nxivm liderada por Keith Raniere, el empresario luce muy relajado y con la mejor actitud para disfrutar de la vida.
La actriz mexicana Grettell Valdez compartió a través de las historias de su cuenta de Instagram algunos momentos con la pareja, junto un par de amigos más, su hijo y el de Ludwika.
"Sólo se vive una vez, pero si lo haces bien, rodeada de gente maravillosa, con esa vez es suficiente para ser feliz", escribió Grettell junto a una postal donde aparece junto a Emiliano Salinas.
Su paseo en Londres, Inglaterra, al parecer tenía muy contenta a Valdez, pues compartió un par de videos donde las sonrisas son las protagonistas.
Al mover la cámara se pudo apreciar a Ludwika feliz junto a su marido, Emiliano Salinas.
Según la revista Quién, se había reportado que Salinas Occelli había huído a Cuba en lo que se olvidaba el escándalo por su supuesto vínculo con la secta sexual Nxivm.
Y es que trascendió que Emiliano, hijo del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, y su hermana, Cecilia Salinas, formaban parte del sector más alto dentro de la estructura de Nxivm.
Al parecer, Emiliano era una de las personas de más confianza para Raniere debido a que fue el encargado de fundar y dirigir el Centro ESP (Executive Success Programs) México, una empresa que replicaba en el país los programas y talleres impartidos por Raniere.
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El hijo del ex presidente también es señalado por haber coordinado los donativos para realizar la filmación de la película "Encender el Corazón", que habla sobre Raniere.
El esposo de Ludwika Paleta guardó silencio, pero el 23 de mayo publicó que "jamás" participó ni estuvo involucrado con las prácticas de las que se acusó al líder.
En su comunicado publicado en Instagram, dijo que una conocida le relató "sus experiencias, por lo que él renunció y cortó de manera inmediata cualquier tipo de contacto con Nxivm, "esto con una profunda consternación por las atrocidades que escuché".
"Durante toda mi vida he sido promotor del respeto a la libertad y a los derechos humanos. No existe justificación alguna, bajo ningún contexto, para lastimar la dignidad de una persona", apuntó.
En tanto, Keith Raniere, el líder de la secta sexual Nxivm fue declarado culpable de los 11 cargos en su contra, como crimen organizado, conspiración para cometer fraude electrónico, tráfico sexual, abuso de menores y suplantación de identidad.
El juicio contra el líder de la sociedad tardó seis semanas. Durante el tiempo que duró su proceso, la fiscalía presentó a más de una decena de testigos; mostró fotografías, videos y hasta correos electrónicos que probaban la culpabilidad de Raniere.