La refinería que se pretende construir en Dos Bocas, Tabasco, podría tener "severos" efectos en la calidad del agua que hay en el estado, informó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), un estudio de carácter preventivo y de planeación que permite identificar los efectos que puede tener una obra en el medio ambiente.
El documento demuestra que hay impactos de moderados a severos en la construcción y operación de la planta. Según los datos, durante los trabajos de construcción, habría severos efectos en la calidad del agua debido al despalme del terreno y a la conformación de las plataformas.
El informe, al que tuvo acceso El Financiero, detalla que "dentro de los impactos se identificaron: modificación de las escorrentías que conducen aguas pluviales; alteración de la calidad del agua pluvial que se infiltra al subsuelo y en el consumo de agua".
El aire también se verá afectado
Una vez terminada la construcción, la fase de mantenimiento y operación de la planta traerán daños severos en la calidad del aire por las emisiones contaminantes que generará las operaciones.
"Se identificaron: generación de emisiones contaminantes y partículas suspendidas en el aire, además de generación de ruido", señaló el estudio citado por El Financiero.
Respecto a los efectos moderados, se observa contaminación en el aire por la construcción de plantas de proceso e instalación de conexiones y tuberías.
"La evaluación de la etapa que presentó la mayor afectación, es la etapa de preparación del sitio; sin embargo, las actividades involucradas son de corta duración y están en función de la duración de la etapa, es decir, en la mayoría de los casos, los efectos adversos de las actividades cesarán una vez que esta etapa quede concluida", señaló el estudio.
Concluyó que las actividades que implican mayores riesgos al medio ambiente son el desmonte, despalme y las actividades de mejoramiento de suelo, afectando directamente los factores ambientales de agua, suelo, geomorfología, vegetación y fauna. El estudio fue realizado por el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP).
La polémica construcción de Dos Bocas
La refinería que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador planea construir en su estado natal, Tabasco, para importar menos gasolina, enfrenta serios objeciones de expertos que aseguran que el proyecto podría resultar oneroso e inútil.
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El gobierno estima que la refinería estará lista en unos tres años con un costo de cerca de USD 8.000 millones y la capacidad de procesar 340.000 barriles al día.
Sin embargo, especialistas ven muy optimista la estimación. El presupuesto "no da ni para un tercio de lo que están esperando hacer", ha dicho el analista Gonzalo Monroy.
"La preparación del terreno toma entre 18 y 24 meses. Estamos hablando de unos ocho años (de construcción), asumiendo que todo saliera bien", agregó.
Además, el proyecto ha generado confusión en el mercado en más de una ocasión. En marzo pasado, el subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, dijo al diario británico Financial Times que se retrasaría la construcción de la obra para destinar 2.500 millones de dólares a incrementar la producción de Pemex.
El propio López Obrador contradijo al funcionario al asegurar que no había retrasos, y anunció para el 18 de marzo la licitación del proyecto, como finalmente sucedió.
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Por si esto fuera poco, a inicios de junio el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) propuso cancelar la construcción de la refinería debido a que un análisis realizado por el organismo concluyó que la inversión tiene apenas un 2% de probabilidad de éxito.
El IMCO creó un modelo financiero de la refinería, el cual sometió a una simulación "Montecarlo" para estudiar 30 mil escenarios, de los cuales el 98% del total asegura que el proyecto de inversión genera más costos que beneficios. Es decir, destruye valor para Pemex.