Cerámica prehispánica, entierros coloniales y restos de un drenaje del siglo XIX fueron hallados a lo largo de los dos últimos años en la antigua Biblioteca Nacional de México, informó este martes el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El INAH ha constatado que los cimientos de la antigua Biblioteca Nacional, ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México, pertenecen al Convento de San Agustín. Ese recinto religioso fue fraccionado después de que se aprobaran las Leyes de Reforma para otorgarles un uso civil.
Las excavaciones revelaron tres niveles de ocupación de lo que fue hasta el siglo XIX el Convento de San Agustín, mismo que tras la reforma de 1857 -que expropió los bienes del clero- fue convertido en sede de la Biblioteca Nacional, explicó el INAH en un comunicado.
El sitio fue intervenido desde hace dos décadas por personal de la Dirección General de Obras del Patrimonio Universitario (DGPU), de la UNAM, para controlar su hundimiento. Y en los últimos dos años, especialistas del INAH establecieron 21 "unidades de excavación" desde las cuales descubrieron las transformaciones de la estructura.
El equipo de las arqueólogas está compuesto por María de la Luz Moreno Cabrera, Sandra Muñoz Vázquez y María Abigail Becerra, quienes identificaron como un pastel de pisos tres niveles de ocupación: de la época prehispánica, la etapa colonial y del siglo XIX.
Del sitio rescataron cerámica y herramientas de piedra (lítica) de la época prehispánica. Los hallazgos de la etapa virreinal se concentran en cerámica, lítica, metal, concha y hueso, pisos, cimientos y entierros. Para el nivel del siglo XIX hallaron drenajes.
La arqueólogas explicaron que este fue el primer convento agustino de la Nueva España. El terreno, llamado Zoquipan, que significa "Lugar de tierra fangosa", fue donado por el emperador Carlos V, en lo que fue el barrio prehispánico de Moyotlan, el "Lugar de los mosquitos".
Se ubicaron pisos empedrados de piedra bola y de lajas de cantera rosa y gris, un muro de mampostería de la barda perimetral del siglo XVIII, explicó la institución en un comunicado.
Las arqueólogas encontraron varios entierros de al menos seis personas, una de ellas una mujer con un lujoso vestido a modo de mortaja, y de cinco más que pueden corresponder a militares, explicaron.
Señalaron que los entierros hallados reflejan la jerarquía de los personajes sepultados en San Agustín, tanto en la época virreinal, como en el primer periodo del México independiente.
El INAH precisó que entre los personajes que fueron sepultados en la actual biblioteca están el virrey Marcos Torres y Rueda, fallecido en 1649, y creen que también pudo ser enterrada la hija del emperador Moctezuma II, pero no hay pruebas todavía.
Con información de EFE