Un grupo de migrantes originarios de África se mostraron desesperados luego de denunciar que las autoridades no les permiten salir del albergue de la Feria Mesoamericana en Tapachula, Chiapas. Ante la impotencia, intentaron huir de las instalaciones sin éxito, al ser retenidos por elementos de la Marina, Policía Federal y la Guardia Nacional.
Alrededor de las 16:00 horas, los migrantes se amotinaron en las puertas del albergue adaptado para intentar salir de este sitio donde estaban retenidos mientras se resuelve su situación migratoria, según dijeron autoridades.
Este grupo de migrantes llegó a México desde Colombia a través de traficantes en un viaje que duró meses. Algunas de las mujeres que han estado detenidas hasta por tres semanas en pésimas condiciones, gritaron pidiendo ayuda en espera de poner fin a su calvario en dicho albergue.
"No tenemos acceso a nada y no hacen nada, no quieren que salgamos, no nos dejan ir de aquí y no sabemos por qué, cuál es el procedimiento para irnos de este lugar, no nos dicen nada, no les importa", dijo a la cadena televisiva CNN una de las migrantes africanas, quien pidió mantenerse en el anonimato por el miedo a recibir algún tipo de represalias.
La mayoría de los migrantes en el Sureste de México son originarios de Centroamérica, pero algunos son africanos que llegaron con la esperanza de alcanzar el sueño americano y cruzar a Estados Unidos.
"¡No hay comida!", exclamó otra mujer ahí recluida y dijo algunas de las naciones de las que provienen sus compañeros. "Camerún, hay ghaneses, hay nigerianos, hay de El Congo, angoleños, hay tantos africanos, Bangladesh, de la India, hay mucha gente ahí".
Las personas denunciaron hacinamiento y tardanza en sus trámites, por lo que siguen sin poder salir del lugar ni tener comunicación con sus familiares en el exterior. Mientras que los marinos integraron una barrera a las afueras del albergue para impedir que los migrantes escaparan, y junto con los elementos de la Guardia Nacional, pudieron contener a los inconformes.
Desde mediados de octubre de 2018 se registró un aumento inusitado en el número de migrantes que ingresaron a México con el objetivo de llegar a EEUU, lo que desató una crisis. Más de 10.000 migrantes de Honduras, El Salvador y Guatemala, pero también de Cuba, Haití y diversos países africanos, ingresaron al país en varias caravanas a través de la frontera sur y emprendieron la marcha hacia el norte.
Ante el aumento del número de migrantes irregulares y de solicitantes de asilo que llegan a Estados Unidos, el presidente de ese país, Donald Trump, amenazó el 30 de mayo pasado con imponer aranceles a todas las importaciones mexicanas. El 7 de junio se anunció un acuerdo que prevé el envío de 6.000 efectivos de la Guardia Nacional de México a la frontera sur, entre otras medidas para contener la migración.
A cambio, Estados Unidos retiró la amenaza de los aranceles. El acuerdo prevé un periodo de 45 días para evaluar el resultado de las medidas, y si EEUU estima que son insatisfactorios, los dos países entrarían en negociaciones para adoptar medidas adicionales.