Por medio de Twitter se anunció que la Biblioteca Vasconcelos permanecerá cerrada por "causas ajenas" y también que todas las actividades programadas en sus instalaciones se cancelaban hasta nuevo aviso.
El cierre se dio por un paro de labores que organizaron los integrantes del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura (SNDTSC) en protesta por el recorte de personal y para solicitar la renuncia del Director General de Bibliotecas, Max Arriaga.
El SNDTSC emitió un comunicado en que hacía un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador para que dé las instrucciones necesarias para el incremento salarial que se les ofreció.
En ese documento, el sindicato también afirmó que la "Secretaría de Cultura se ha enfrentado a una serie de retrocesos que les exigieron movilizarse para buscar y promover que las cosas cambien".
La huelga del Sindicato comenzó hace una semana en varias instalaciones culturales como el Museo Nacional de las Culturas Populares, las unidades regionales de la Dirección de Culturas Populares de la Secretaría de Cultura, así como las oficinas de la misma Secretaría, ubicadas en la avenida Reforma.
De acuerdo con Ángeles Medina, secretaria del Sindicato, aseguró que los bloqueos continuarán y sumarán más instituciones cada día hasta que las autoridades no atienda sus peticiones de incremento de sueldo y prestaciones.
Desde inicios de este año, la Biblioteca Vasconcelos se ha visto inmiscuida en problemas relacionados con su dirección, esto después del despido del escritor de Daniel Goldin, quien estuvo al mando de una de las mayores bibliotecas de América Latina, donde buscó implementar un proyecto para fomentar la lectura y otras actividades en el recinto cultural.
En ese momento, la opinión de los intelectuales mexicanos fue de molestia e incomprensión. Enrique Krauze, por ejemplo, mencionó que era un "acto de barbarie contra Goldin, un hombre de larga y limpia vocación cultural y amor a los libros".
Y es que Goldin había convertido al elefante blanco que era la biblioteca en un lugar apto para el fomento de la lectura y demás formas de cultura. En 2016, por ejemplo, logró la apertura del séptimo piso el cual reorganizó con colecciones temáticas en donde los asistentes podían descubrir nuevos autores.
Respecto al despido de Goldin, según el diario El Universal, el equipo de Arriaga llegó a darle la orden de que desocupara su oficina y bajara un escritorio al sótano.
De acuerdo con la bibliotecóloga, Verónica Juárez, el sentir de una parte de los trabajadores respecto al actual Director General de Bibliotecas, Max Arriaga, es "que no es bienvenido porque su llegada a la DGB se debe al influyentismo, por la forma como trató a Goldin, por el despido de personal y por minimizar conflictos, entre otras razones".