San Antonio de Padua: México celebra al patrono de mujeres estériles, pobres y viajeros

En la Ciudad de México existe la iglesia de San Juan de Dios, ubicada frente a la Alameda Central y al lado del actual Museo Franz Mayer

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Creyentes, en su mayoría mujeres
Creyentes, en su mayoría mujeres acuden a la iglesia de San Antonio de Padua en donde le colocan veladoras y listones rojos para pedir novio o favores religiosos al santo católico. (FOTO: HILDA RIOS /CUARTOSCURO)

San Antonio de Padua ha sido uno de los santos más buscados por los mexicanos y es que muchos buscan la manera fácil de encontrar una pareja, motivo por el cual existen muchos ritos para poder pedirle en su día un novio o una novia.

En la Ciudad de México existe la iglesia de San Juan de Dios, ubicada frente a la Alameda Central y al lado del actual Museo Franz Mayer.

Al principio se le dedicaba el martes a San Antonio para que les pudiera cumplir los deseos a las personas, esto hacía que las personas de cualquier nivel socioeconómico se reuniera en la iglesia.

La historia de San Antonio de Padua empezó a generar interés en las personas ya que se le conoce como el patrono de mujeres estériles, pobres, viajeros, albañiles, panaderos, papeleros y por encontrar objetos.

San Antonio también lo usan
San Antonio también lo usan para encontrar objetos (Foto: Cuartoscuro)

Entre las historias que hay detrás de cada uno de los milagros que hace San Antonio, se dice que puede ayudar a encontrar objetos porque un día un novicio le devolvió un salterio que le robó, después de que una aparición y oración del santo obligó a hacerlo.

Otro de los supuestos milagros que puede brindarle a la persona creyente es voltear a San Antonio de cabeza ya que según la tradición se dice que es una "manera de obligarlo a conseguir novio o novia".

Sin embargo, el portal religioso Aciprensa mencionó que, si se hace eso, la persona cae en una superstición y posiblemente en idolatría, ya que ponerlo de cabeza es una práctica no cristiana, el portal recomienda conocerlo como el "santo de todo el mundo" o el de los objetos perdidos.

También se le conoce como milagroso, ya que la historia de cómo obtuvo ese título fue a través de un joven, supuestamente de nombre Leonardo, quien pateó a su propia madre y "arrepentido, le confesó su falta a San Antonio quien dijo: El pie de aquel que patea a su propia madre, merece ser cortado", comentó.

Al escuchar eso, Leonardo regresó a su casa y se cortó la pierna. Cuando San Antonio se enteró de eso tomó el miembro amputado del joven y milagrosamente lo reunió a su cuerpo", mencionó Aciprensa.

Los diferentes rituales

A San Antonio lo ponen
A San Antonio lo ponen de cabeza en la iglesia (FOTO: LUIS CARBAYO /CUARTOSCURO)

Las personas hacen todo para tratar de querer conseguir un milagro y más si se trata de el amor, por eso existen muchos ritos que son usados para pedirle favores al santo.

Uno de los rituales más famosos es para conocer un buen amor, se dice que se debe de voltear a San Antonio de Cabeza y ofrecerle 13 monedas para que el santo envíe a la persona adecuada, aunque es considerada superstición por parte de la Iglesia Católica.

Otras personas rezan 13 padres nuestros, 13 aves marías, dar 13 centavos a los pobres, asistir 13 martes a la iglesia, pedir 13 veces por la novia y 13 veces el rito de contrición.

También es conocido por encontrar objetos perdidos y según los ritos se le debe de rezar novenas, letanías, la oración breve, oración eficaz, la oración para pedir la intercesión o la diaria.

Hay personas que le dan
Hay personas que le dan nalgadas al santo para que le hagan caso (Foto: Cuartoscuro)

Se dice que si no se ven resultados entonces "coge usted la imagen del santo y le da tres nalgadas. Luego la envuelve con una prenda de la amada y la coloca de cabeza sobre su ladrillo… Esta es la manera de castigar a San Antonio", mencionó.

También dicen que puedes arrebatarle la figura del niño de sus brazos para que haga el favor, aunque la iglesia menciona que estas prácticas son opuestas a la fe y deben de ser sin condiciones ni amenazas.

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