La semana pasada, el gobierno de Estados Unidos dio un paso atrás sobre la imposición de aranceles a los productos mexicanos, con los que amagó a México en caso de no llegar a una acuerdo migratorio.
Con la suspensión, la administración de AMLO se comprometió a enviar miles de miembros de la Guardia Nacional a la frontera con su vecino del sur, Guatemala, algo que empezó a suceder este miércoles.
También, en virtud del pacto, EEUU enviará a México miles de migrantes, bajo el programa "Quédate en México" en el que los solicitantes de asilo deberán permanecer en tierras aztecas hasta que se resuelva su situación.
Para satisfacer los deseos de Donald Trump, el gobierno de López Obrador anunció en los últimos días la detención de líderes de caravanas migrantes y el bloqueo de cuentas de presuntos traficantes de indocumentados.
Con estas medidas, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, aseguró que México no se convertiría en un "tercer país seguro".
El "tercer país seguro" es una modalidad del derecho de asilo que surge a raíz de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados que se firmó en Ginebra, Suiza, en 1951.
El concepto resume que cuando una persona abandona su país para solicitar asilo en otro, este segundo país puede negarse a recibirlo y remitirlo a un tercero que considere que puede darle las mismas atenciones.
De acuerdo a la convenció de Ginebra, existen condiciones mínimas para que una nación pueda cumplir esa categoría: La principal es garantizar que los solicitantes no van a ser retornados a su país de origen, que se dicta en el principio "No devolución".
Asimismo, se deberá asegurar el derecho a la vivienda, servicios médicos, empleo y educación.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados detalla que un país sólo puede transferir la responsabilidad de acogida si ambos países tienen sistemas de asilo que cumplen los mismos estándares.
Dicha medida ayuda a aliviar la carga de los países que reciben más solicitudes de asilo, además redistribuye a los inmigrantes de forma más equitativa entre distintos países.
Modelo no apto para México
De acuerdo a la BBC Mundo, si México fuera designado como un "tercer país seguro" , los agentes fronterizos podrían rechazar a los indocumentados provenientes de Guatemala, El Salvador, y Honduras.
Sin embargo, la mayoría de los expertos aseguran que México no tiene la capacidad para convertirse en un "tercer país seguro", ya que no tiene la infraestructura suficiente para seguir albergando y atendiendo a los migrantes, además no cuenta con un marco legal que sustente que los indocumentados puedan estar por tiempo indefinido.