El Gobierno de México informó este domingo sobre el despliegue de nuevo personal en la estación migratoria Siglo XXI del Instituto Nacional de Migración, en Tapachula, Chiapas.
A través de un comunicado, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) señaló que el Servicio de Protección Federal (SPF) envió 103 polícias, 21 mujeres y 82 hombres, para incrementar la seguridad y el control de la estación migratoria en el estado sur de México.
Según informaron, los agentes apoyarán al personal del Inami en "atención de amotinamientos, fuga de migrantes y restablecimiento de la seguridad en la estación migratoria". Y lo hará "con base a los tratados internacionales".
El comisionado del SPF, José Pedro Vizuet, ordenó a los policías no reprimir ni provocar confrontaciones con los migrantes porque "un servidor público está para atender y cuidar a la ciudadanía".
"Debemos tener la firme convicción de servir a nuestro país, a nuestra gente, en este caso, a nuestros hermanos migrantes, que como ustedes y como yo, tienen familia, derechos, sueños y necesidades", dijo Vizuet.
Presuntamente, el personal del SPF reforzará su capacitación en primeros auxilios, normatividad internacional sobre trato a migrantes y manejo de estrés en altas concentraciones de personas, con el firme propósito de actuar en todo momento al margen de los derechos humanos, en este caso de los migrantes.
El personal deberá garantizar la no discriminación, la información oportuna de sus derechos y garantías, el acceso a servicios de salud y la puntual asistencia legal y consular. Además, mantendrá una "estrecha coordinación" con la Guardia Nacional, que próximamente se desplegará en la frontera con Guatemala para reducir los flujos migratorios.
Este incremento del personal en la estación migratoria se da a días de que el gobierno de México aceptara, como parte de los acuerdos con Estados Unidos para evitar el aumento de los aranceles a las exportaciones del país, enviar 6.000 miembros de la Guardia Nacional a la frontera sur con Guatemala.
El acuerdo firmado con Estados Unidos implica que México fortalecerá "significativamente" la aplicación de su ley migratoria, priorizará el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera sur y trabajará para desmantelar organizaciones de traficantes de personas, sus redes de financiamiento y de transporte.
Asimismo, México aceptará a los migrantes que Estados Unidos retorne y tengan que esperar la resolución de su trámite tras haber pedido asilo en aquel país. Durante ese lapso y de este lado de la frontera, México dará a los centroamericanos oportunidades de trabajo, educación, salud y protegerá sus derechos humanos.
Por su parte, Estados Unidos ratificó su compromiso de invertir y brindar mayor apoyo para el desarrollo y la prosperidad del sur de México y Centroamérica, de acuerdo al plan integral trazado por Andrés Manuel López Obrador en conjunto con los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras.