Las fotografías son las evidencias. José Ramón López Beltrán, hijo mayor del presidente Andrés Manuel López Obrador, encabezó un evento privado sobre la afinación de detalles de programas sociales en el Estado de México.
La participación del primogénito de AMLO sorprendió, pues en un pasado aseguró que no ocuparía cargos públicos. Ésto, despertó las sospechas de los mexicanos, por lo que tratando de aplacar las críticas, dijo que su colaboración fue únicamente en calidad de ciudadano para "platicar y ayudar".
"Mi intención es coadyuvar desde mi trinchera como ciudadano para que puedan operar de mejor manera los programas sociales federales y aplicarlos en donde más se necesitan", señaló en entrevista para Milenio.
José Ramón salió a la defensa de las autoridades mexiquenses de quien dijo son gobiernos "honestos y trabajadores" y tienen como meta erradicar la corrupción y la impunidad.
“No estoy en gobierno, que quede claro. Es un esfuerzo que hago humildemente desde nuestra trinchera”, aclaró.
En la reunión se encontraban las alcaldesas Patricia Durán, de Naucalpan; Ruth Olvera, de Atizapán de Zaragosa, y el presidente municipal de Tlanepantla, Raciel Pérez.
Según el gobierno municipal, en la entidad ya se encuentran en marcha los programas sociales: Becas Benito Juárez, Capacitación a través del programa Jóvenes Construyendo Confianza, Pensión Universal para Aultos Mayores y Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad.
López beltrán aseguró que el presupuesto para los programas sociales ya está aprobado para atender a 20 millones de mexicanos que no tienen qué comer y 60 millones de pobres.
En 2017, José Ramón coordinó la campaña de Morena en la entidad mexiquense, cuando Delfina Gómez el priista y actual mandatariodel estado, Alfredo del Mazo, compitieron por la gubernatura.
El pasado mes de abril, los hijos de López Obrador anunciaron la inauguración de su fabrica familiar: Chocolates Rocío.
El negocio se presenta como una de las pocas empresas de iniciativa Tree to Bar, esto es, que la compañía controla todo el proceso de elaboración de sus chocolates, desde su origen en la Finca El Rocío hasta la distribución del producto final.
El nombre de la fábrica y la finca fue pensado en honor a la madre y primera esposa de AMLO.
Las plantas de cacao con las que son elaboradas los productos, según describe su portal en internet, son sembradas en la finca que el presidente mexicanos les heredó a sus primogénitos.
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