Tras iniciar el operativo esta semana para verificar la transparencia de abastecimiento de combustible por parte de las gasolinerías, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) identificó que 320 establecimientos cerraron repentinamente, dijo este miércoles Ricardo Sheffield Padilla, titular del organismo.
"Este fenómeno se empezó a presentar entre febrero y marzo. ¿Y cómo lo sabemos nosotros? Porque vamos a hacer una verificación en campo y aparece la estación en la Gasoapp, de la CRE, y físicamente está cerrada", dijo Sheffield al concluir su participación en un foro convocado por la Organización de Expendedores de Petróleo (Onexpo).
El titular de la procuraduría detalló que una de las hipótesis sobre el cierre de estas estaciones es que posiblemente se dedicaban a la venta de combustible robado.
"Eran 80,000 barriles (los que se robaban al inicio del actual sexenio), que se vendían en algunos lugares. Pareciera que se vendían en esas 320 (estaciones), pero no me toca investigar eso, le toca a la Fiscalía General", señaló.
Aunque esta cifra es a nivel nacional, la mayoría de los casos, según la información de Profeco, se han presentado en Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Michoacán, Jalisco, Querétaro y Guanajuato.
Con un "software" al menos 8% de gasolineras robaban litros a consumidores
Sheffield, informó en la conferencia matutina presidencial a inicios de esta semana que descubrieron irregularidades en varias estaciones despachadoras de gasolina para engañar a los usuarios y darles menos producto.
Utilizó el ejemplo de una ubicada en Champotón, Campeche; la bomba tenía un equipo adaptado para alterar los litros de producto que venden a los consumidores, para que no reciban litros de a litro.
"Procedimos más allá y abrimos una caja que está dentro de la bomba; volteamos la tarjeta que controla la bomba y encontramos la clara diferencia entre cómo es la tarjeta de fábrica y cómo es la que se le adapta un software".
Así, Profeco dio a conocer la existencia de un "rastrillo", el aparato con el que alguien puede modificar a distancia, con solo apretar un botón, la cantidad de gasolina que se despacha en la estación del servicio.
"Aparentemente no es 'pirata', porque pareciera que el mismo fabricante está vendiendo 'por abajo del agua' el 'rastrillo', porque si no, no se pudiera adaptar a la tarjeta", explicó Sheffield.
Dijo que será trabajo de la Fiscalía General de la República investigar quiénes trabajan detrás del aparato, pero que Profeco ya inició una denuncia penal contra quienes resulten responsables.
Estableció que por lo menos un 8% del total de las gasolineras podrían estar utilizando este "rastrillo", por lo que se hará una verificación más a fondo, para empezar, a unas 70 estaciones.
Quién es quién en los precios
El anuncio sobre el engaño a los consumidores se dio en la conferencia matutina del presidente López Obrador, donde como cada lunes se muestra quién es quién en los precios del combustible.
En las verificaciones entre el 23 o 29 de mayo se reportó que la estación de servicio con indicadores de ganancia más altos de gasolina regular se encuentra en Bahía de Banderas, Nayarit, con un precio al público de 21.24 pesos por litro.