Sin importar la promesa de campaña de deshacerse de los lujos presidenciales, el mandatario Andrés Manuel López Obrador, debe recular en el asunto y hacerse de un equipo de telefonía eficiente, ya no por comodidad, sino para poder cumplir con eficacia su labor como jefe Ejecutivo.
La anécdota del pasado 17 de mayo justifica lo anterior, pues ese día, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, buscaba a AMLO para coordinar un anuncio sobre el levantamiento de los aranceles al acero, pero éste no pudo contactarlo.
El mandatario mexicano se encontraba en un viaje de cinco horas por Chiapas, hacia una ciudad de 5 mil habitantes para un programa de semillas agrícolas y no tenía recepción en su teléfono celular, según el subsecretario de Relaciones Exteriores, Jesús Seade, quien representa a AMLO en las negociaciones comerciales.
"Para el presidente López Obrador, lo que estaba haciendo era mucho más importante que el anuncio internacional", aseguró Seade.
Aquella fecha, el gobierno estadounidense anunció un acuerdo para eliminar los aranceles al acero y aluminio a México y Canadá.
Al siguiente día, el tabaqueño tuvo un evento del programa social "Sembrando Vida" en Ocosingo, Chiapas. Éste consiste en otorgar semillas de árboles frutales o maderables y 5.000 pesos mensuales a los campesinos para que cultiven parcelas.
Los "desaires" de AMLO a los eventos internacionales han generado críticas, pues en lo que va de su sexenio, el tabasqueño no ha mantenido ni una reunión internacional. La situación es comparada con sus predecesores inmediatos: Enrique Peña Nieto hizo nueve viajes en sus primeros seis meses, y Felipe Calderón lo hizo cuatro veces.
La última vez que AMLO abandonó el país fue en septiembre de 2017, cuando se trasladó a Washington, EEUU, y a Cantabria, en el norte de Espeña, para visitar las tierras de su difunto abuelo, según presidencia.
Diplomáticos dan la cara por México
Este miércoles, el canciller mexicano tendrá en sus manos la importante tare de evitar la aplicación de aranceles de Estados Unidos a México, luego de que el gobierno vecino anunciara la imposición del pago del 5 por ciento a los productos mexicanos que ingresen territorio estadounidense.
Respecto al tema, el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que “se encuentra optimista y piensa que se llegará a un acuerdo”. Además, insistió en que no quiere una guerra comercial con la nación de Donald Trump, por lo que espera que se solucione el problema.