Ana Isabel Treviño Morales es el nombre de la mujer que fundó uno de los cárteles más sanguinarios de México, se trata del Cártel del Noreste (CDN).
Para lograrlo primero tuvo que desertar de las filas de otra organización criminal, "Los Zetas", cuyo jefes eran sus hermanos Miguel Ángel, alias "Z-40", y Omar , "Z-42".
Luego del arresto, en 2013, del "Z-40", y dos años más tarde de el "Z-42", Ana Isabel y su sobrino, José Francisco, "Kiko, Treviño Chávez, fundaron el CDN, que tiene como centro de operaciones el estado de Tamaulipas, territorio donde crecieron Los Zetas.
Ella, junto con otras mujeres de su familia, fue una pieza fundamental para que la organización criminal se apoderara del estado de Nuevo León, pero aunque la venta y distribución de droga forma parte de su catálogo de delitos, lo que en realidad los hizo crecer fue el secuestro y la trata de personas.
Algunos de sus centros de operaciones estaban en el estado fronterizo eran los bares llamados Terraza y Rumba, desde ahí organizaba secuestros, robos y extorsiones.
La desertora de Los Zetas se caracterizaba por reclutar en las filas de la delincuencia principalmente a mujeres, incluso a familiares, como a su propia hija Sofía del Carmen Monsiváis Treviño, quien fue detenida en enero de 2018.
Un grupo de jóvenes mujeres que se hacen llamar "Las Marucheras", son violentas sicarias que afirman pertenecer al Cártel del Noreste (CDN).
El apodo de "Las Marucheras" proviene del apodo que reciben los "halcones" en el Estado de Tamaulipas que trabajan para CDN: "Los Marucheros".
Al principio, el grupo de sicarias comenzaron siendo "halcones", pero debido a las capturas o muertes de los líderes comenzaron su ascenso en el mundo del crimen. También lo consiguieron por sus propios méritos.
Dos de las integrantes del Cártel del Noroeste, ya detenidas, llamaron la atención y horrorizaron a la sociedad por sus crímenes, son: "La Peque Sicaria" y "La Güera".
"La Peque Sicaria", Juana "N" llegó al grupo criminal de Los Zetas, después del asesinato de su hermano.
La mujer confesó que a los 15 años quedó embarazada y para poder mantener a su hijo tuvo que dedicarse a la prostitución, luego pasó a trabajar para Los Zetas como "halcón",luego fue escalando puestos en la organización criminal, hasta llegar ser la encargada de las decapitaciones y mutilaciones.
Asesinaba por cuestiones tan banales como el pago atrasado de un alquiler. Según su relato, el ambiente de violencia le llevó a desarrollar ciertas prácticas, como tener sexo con las víctimas a las que acababa de matar
"La Güera", vinculada a proceso por los delitos de homicidio y asociación delictuosa en Ciudad Victoria, a principios de abril pasado, resultó ser la jefa de una célula de sicarios pertenecientes al CDN, y se le adjudica la ejecución de la fiscal antisecuestros, Lucia Patricia Butrón Rivera, en el fraccionamiento Las Palomas, en Ciudad Victoria, en marzo pasado.
"La Güera" es considerada parte de la nueva generación de mujeres del narco en las que ya no son sólo esposas de los jefes de los cárteles o se encargan de manejar el dinero o administrar el negocios, sino que también ya forman parte activa del sicariato y de los puestos de liderazgo.
Tras la detención del Z-40, sucesor de Heriberto Lazcano, alias "El Lazca", quien fue abatido en Progreso, Coahuila, Ana Isabel Treviño promovió un amparo para evitar ser arrestada por las fuerzas federales.
El 28 de noviembre de 2017, Isabel fue detenida en Nuevo Laredo, en un operativo que contó con el apoyo del Ejército Mexicano y la Policía Federal, según informó la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Tamaulipas en un comunicado.
Aunque fue arrestada por un secuestro cometido en 2016, las autoridades confirmaron que Ana Isabel Treviño controlaba diversas actividades vinculadas con la trata de personas, el contrabando, la extorsión, el secuestro, las desapariciones forzadas y los homicidios.