El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) presentó una denuncia penal contra el ex gobernador de Sonora, José Eduardo Robinson Bours Castelo, por el incendio en la Guardería ABC, en donde fallecieron 49 infantes.
A 10 años de la tragedia, el apoderado legal del IMSS, Francisco Morales Oviedo, presentó la querella en el mismo día en el que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció al nuevo director del instituto, Zoé Robledo.
La denuncia señala que "el deber jurídico de Bours, como gobernador, radicaba en la vigilancia y protección del correcto funcionamiento del Sistema Estatal de Protección Civil, de manera concreta que los prestadores del servicio de guardería cumplieran con los estándares mínimos previstos en Normas Oficiales Mexicanas y en las legislaciones federales, estatales y municipales, aspecto que podría haberse dejado de lado, en consecuencia su conducta omisa generó peligro para los bienes jurídicos titulados: la vida y salud de un grupo de especial vulnerabilidad: niños y niñas".
El ex gobernador es responsable, de acuerdo al instituto, de la integración y funcionamiento de los sistemas de protección civil, lo que significa que debió verificar el inmueble para garantizar que era apto para funcionar como guardería. Esta acusación se respalda en el artículo 17 de la Ley General de Protección Civil.
Según señaló el IMSS, la estancia infantil se localizaba en una zona considerara peligrosa, pues de un lado compartía muro con una bodega que almacenaba papel, la parte trasera colindaba con un depósito de llantas, y a menos de 50 metros había una gasolinera en servicio.
Esa sola circunstancia actualizaba un riesgo latente y evidente de que la prestación de servicio no cumplía con las condiciones mínimas de seguridad, así como de protección civil, en consecuencia el riesgo existente en la guardería se fue elevando de manera paulatina, resultando de una cadena concomitante de errores en el tiempo hasta que se presentaron los hechos que nos ocupan
El trágico incendio
Por casi 10 años, los padres de los menores fallecidos han sostenido que los funcionarios a cargo de la guardería son responsables de la muerte de sus hijos, debido a que el sitio no contaba con las condiciones mínimas de seguridad.
El incendio se originó en la bodega de lugar debido a un sobrecalentamiento del sistema de enfriamiento. Las placas de aluminio que se guardaban en el sitio se calentaron y prendieron fuego a los documentos que se encontraban ahí mismo. El fuego se propago rápidamente y llegó hasta la habitación donde los infantes se encontraban. El recinto no contaba con salidas de emergencia, por lo que la evacuación se tenía que hacer por la puerta principal.
Los vecinos fueron los primeros en llegar al sitio para realizar labores de rescate, seguidos por bomberos, policías y paramédicos. Pese a las labores de rescate, 49 niños murieron en el lugar. Tras el incidente se supo que la guardería no contaba con detectores de humo ni extintores.
Desde entonces, los padres de las víctimas han sostenido que los verdaderos culpables del incendio son los funcionarios que permitieron que la escuela, que había sido subrogada, no contará con las medidas mínimas de prevención.
A pesar de que distintos funcionarios fueron juzgados por el delito de homicidio involuntario, la tragedia de la guardería ABC es un suceso que la sociedad mexicana no ha podido superar. El 2 de junio de 2010, el gobierno de la República decretó el 5 de junio día de luto nacional.