La administración de Andrés Manuel López Obrador atravesó por una de las semanas más complejas de su todavía incipiente gestión. La renuncia de Germán Martínez al IMSS y de Josefa González Blanco a Semarnat, por distintos motivos, dejaron un clima de incertidumbre en el gobierno federal.
Primero fue Martínez el que con una contundente carta manifestó su desacuerdo con la forma en que se están manejando los recursos del instituto y la intromisión de la Secretaría de Hacienda, con tal de aplicar la ley de austeridad republicana impulsada por el mandatario.
"Quiero decirlo lo más claro que puedo y debo: algunos funcionarios de la Secretaría Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el IMSS y ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia y, concretamente, de prestación de servicios de salud que tiene el Seguro Social", señaló Martínez en su carta de renuncia ante el Consejo Técnico del IMSS.
"No nos vamos a espantar por una renuncia…" , dijo López Obrador sobre la decisión de Martínez. Antes de 24 horas, el presidente había nombrado a un hombre de toda su confianza como sustituto, Zoé Robledo.
"Y vendrán más", vaticinó el tabasqueño luego de la renuncia de Martínez. El tiempo le dio la razón muy pronto.
A tres días del ajuste en el IMSS, González Blanco presentó su renuncia. El motivo: se ventiló en la prensa que había demorado un vuelo de Aeroméxico para poder abordar.
"El día de ayer (viernes), al iniciar una gira de trabajo, causé un retraso a los pasajeros que viajaban en el avión y a su tripulación. No hay justificación", expresó la funcionaria en una carta dirigida a AMLO.
"La verdadera transformación de México exige total congruencia con los valores de equidad y justicia", agregó.
López Obrador aceptó la renuncia de González Blanco. "Nosotros no podemos fallar", dijo. "Puede parecer una medida severa, pero cuando se comete un error, hay que asumirlo", agregó el presidente de gira por Querétaro.
En su conferencia matutina del lunes, AMLO nombró al Dr. Víctor Manuel Toledo, como nuevo secretario de medio ambiente.
"No solo la experiencia, el profesionalismo, sino la honestidad, porque eso es lo que más se necesita en el servicio público", dijo.
"También se está nombrando al senador Ricardo Ahued como director de aduanas… se trata de dos buenos ciudadanos, buenos servidores públicos, profesionales, gente honesta".
La renuncia de Martínez y de González, sembraron dudas sobre el clima que se vive al interior del gabinete. De acuerdo con el columnistas como Carlos Loret de Mola, hay facciones que han creado ineficiencia y disgusto entre los hombres del presidente.
"Lo que usó influencias para retrasar media hora un vuelo de Aeroméxico fue solo un pretexto… nunca estuvo dentro del gabinete", aseguró el periodista en su espacio en El Universal.
Para Salvador García Soto, dentro del gabinete habrá más ajustes y enroques, a seis meses de iniciada la llamada "Cuarta Transformación".
La dificultad para adaptarse a la "austeridad" del gobierno, serían otro de los motivos por los cuales hay funcionarios inconformes que están "en la tablita".
García Soto aseguró que solo el presidente y sus más allegados saben los nombres de los miembros del gabinete que perderán su trabajo en los próximos días. Además, aseguró que no hubo tal renuncia de González Blanco, sino que fue directamente "orden presidencial".
A esta inestabilidad en su gabinete se sumaron nuevamente las diferencias con la prensa del país. El diario Reforma publicó una lista de periodistas y medios que recibieron en conjunto más de 1,000 millones de pesos del gobierno de Enrique Peña Nieto.
López Obrador aseguró que algunos de esos recursos eran para pagar columnas y opiniones favorables para el gobierno.
Personajes señalados como Joaquín López Dóriga, Federico Arreola y Daniel Moreno, acusaron a la presidencia de enviar información sesgada como una forma de intimidación a su labor periodística. El presidente negó que hubiera un ánimo de venganza en la información que dieron por petición del Instituto de Acceso a la Información y que no filtraron la lista.
Además de la iniciativa privada que hizo un llamado de atención al estilo y las formas con las que se está manejando el gobierno federal, intelectuales aseguraron que la personalidad de López Obrador menoscaba la democracia.
En la mesa de diálogo titulada "La desilusión liberal: comprendiendo el descontento con la democracia", celebrada en Guadalajara, el periodista, Héctor Aguilar Camín; el historiador, Enrique Krauze; la investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Ana Laura Magaloni; la columnista, Valeria Moy; el escritor, Guillermo Sheridan; y el politólogo, José Woldenberg, coincidieron en que el presidente lleva a México a la antidemocracia.
"Desde que entró al poder el gobierno del presidente López Obrador, es inevitable sentir una enorme desilusión ante una persona capaz de declarar con toda seriedad que México tiene unos depósitos de grandeza moral que no tienen comparación en el mundo", dijo Sheridan
"Cuidado ante una cosa así… no solamente es un juicio temerario, sino un aviso intimidatorio que un presidente pueda decir con toda seguridad y con aparente aplomo que no es lo mismo la justicia que la ley… no se puede suponer que la justicia está por encima de la ley".
A seis meses de gobierno y pese a todas las circunstancias, la aprobación de López Obrador entre la población sigue en números récord, aunque ha disminuido algunos puntos.
Según Consulta Mitofsky en abril rozaba el 64.6%. La última semana se ubicó en 59.9%.
"La renuncia de Germán Martínez no ha afectado la popularidad del presidente… por el momento", advirtió Roy Campos, presidente de la casa encuestadora.