Ni la violencia, la inseguridad, la desigualdad ni las dificultades económicas han mermado los niveles de felicidad y satisfacción que tienen los mexicanos, pues el país ocupa el segundo lugar entre los más felices de América Latina.
Según el Informe de la Felicidad Mundial 2019, que realiza Naciones Unidas, en la región, México ocupa el segundo sitio entre los países más felices, sólo por debajo de Costa Rica.
De acuerdo con el periódico El Universal, que retomó los datos del informe, entre las 156 naciones que forman parte del ranking, México se ubica en el lugar 23, lo que contrasta con el sitio 56 que el país tiene en cuanto a nivel de ingresos económicos por cada habitante.
Aunque Japón es la tercera economía más grande del mundo, en cuanto a felicidad la nación asiática está en el lugar 58, mientras que Francia, con ingresos tres veces mayores a los de México se ubica en el lugar 24 de la felicidad.
La vida familiar (8.92), la vida afectiva (8.48) y las actividades que realizan (8.32) son los aspectos en los que los mexicanos destacaron sentir mayor satisfacción.
La salud, la vida social, los logros y el tiempo libre son otros de los rubros que se tomaron en cuenta en el informe.
En México, los aspectos que menos felicidad dieron a sus habitantes fueron el estado de su ciudad, del país y la seguridad ciudadana.
En un rango del 1 al 10, la satisfacción que los mexicanos tienen con su vida es de 8.37, muy por encima del 7.67 que se registraba en julio de 2013.
Además de Costa Rica y México, las naciones latinoamericanas con mayor índice de felicidad son Chile (ubicada en el puesto 26 a nivel global), Guatemala (sitio 27), Panamá (lugar 31), Brasil (posición 32), Uruguay (en el número 33), El Salvador (35), Colombia (43) y Nicaragua (45).
Para el economista británico Richard Layard los siete determinantes de la felicidad son: las relaciones familiares, un trabajo estable y gratificante, la comunidad y amigos, la salud, la libertad individual, los valores personales y la situación financiera.
En el caso de México, aunque el país enfrenta situaciones graves de pobreza e inseguridad, hay otros factores que contribuyen a la felicidad de sus habitantes, como la calidad de sus relaciones interpersonales.
"Toda esa parte relacional es gratificante. Hay menor soledad, reduce las angustias y preocupaciones y genera muchos afectos positivos, la sensación de sentirse querido, apreciado es muy importante, tanto como comer", explicó Mariano Rojas, profesor e investigador de Flacso México y de la UPAEP.