La entrada no luce abarrotada. En el área de urgencias no espera nadie. No hay ambulancias ni pacientes en el lugar. El Hospital del Estado Mayor Presidencial en la Ciudad de México se encuentra vacío.
En el recinto, que fue casi abandonado por el EMP tras su desaparición, el pasado 2 de mayo, apenas unas cuantas personas ingresan al lugar de este centro médico, pero cuando se les pregunta si son usuarios, la mayoría lo niega. Dicen que son clientes del cajero que se encuentra ahí o que sólo acudieron para realizar un trámite.
Según Animal Político, la clínica atendía a los integrantes del Estado Mayor Presidencial, el cuerpo de élite que resguardaba al mandatario de México y su familia, y a los funcionarios federales de mayor rango. Ahora, ya no quedan médicos especialistas, ni técnicos que sepan operar los aparatos de lata tecnología para la salud.
El Senado anunció la desaparición del Estado Mayor el pasado 2 de mayo (Foto: Cuartoscuro)
El CHEMP era un hospital de especialidades con atención médica quirúrgica en pediatría; ginecobstetrica; medicina interna como cardiología, gastroenterología, endocronología, dermatología, cirugía general, entre otros.
Según los reportes del Presupuesto de Egresos de 2013 a 2018, el hospital alcanzó un ingreso de 47 millones 973 mil 750 pesos sólo para comprar equipo médico y de laboratorio.
El hospital aún alberga como pacientes a soldados, en su mayoría transferidos de otros estados, y a médicos generales. "Los demás han sido transferidos a centros como el Hospital Central Militar, localizado en Manuel Ávila Camacho, en la Ciudad de México.
"Antes, no se podría ver la entrada por lo lleno del hospital: guardias y militares", dijo a Animal Político un trabajador de la clínica.
El pasado 2 de mayo, el pleno del Senado aprobó la desaparición del Estado Mayor Presidencial, pero abrió la posibilidad de crear un cuerpo nuevo de seguridad integrado por militares y marinos que protejan al presidente.
Mientras tanto, los miembros de dicho órgano ya regresaron a sus cuerpos originales como Sedena y SEMAR para unirse a la llamada Guardia Nacional.