El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quiere que el multimillonario Carlos Slim termine pronto un proyecto de autopista o de lo contrario se lo quitará, según el periódico El Financiero.
La carretera es la Jala-Nayarit-Puerto Vallarta con una extensión de 183 kilómetros.
"Ya lleva una empresa más de 10 años con la concesión para hacer la autopista y no avanza", dijo López Obrador el fin de semana en un evento en el estado de Nayarit, hogar de los centros turísticos de playa Punta Mita y Sayulita. "Ya voy a hablar con ellos. Se acabó. O trabajan y terminan o se les quita la concesión". La empresa a la que hizo referencia es el Grupo Carso, de Slim.
El comentario fue el segundo dirigido a los negocios del multimillonario en solo un par de días, señal de un enfriamiento de la relación. En otro evento el fin de semana, López Obrador dijo que las compañías de telecomunicaciones no habían logrado conectar a las personas de las ciudades remotas a Internet y que su gobierno estaba considerando lanzar una empresa estatal de telecomunicaciones para hacerlo. América Móvil SAB, de Slim, es la compañía de teléfonos más grande del país.
La carretera Jala-Compostela originalmente iba a ser construida por el Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN), un fideicomiso gubernamental centrado en la construcción, dijo Grupo Carso en un comunicado. "Recibimos la concesión e iniciamos labores en ese tramo hace seis meses y está en tiempo de acuerdo al proyecto que se le otorgó". La compañía declinó dar más detalles sobre los costos o el cronograma del proyecto.
El deterioro de la relación AMLO – Slim
Formaban un dúo bastante extraño en México: el multimillonario de fama mundial y el político de izquierda en ascenso. Durante años, se unieron en proyectos y se elogiaron mutuamente en público.
Sin embargo, mientras el político, Andrés Manuel López Obrador, preparaba su arribo al palacio presidencial a fines del año pasado, su relación con el multimillonario, Carlos Slim, cambió repentinamente. El hombre más rico de México no se unió al consejo asesor empresarial del presidente y AMLO, como se conoce al mandatario, arremetió contra una de las compañías de Slim.
Mientras López Obrador sopesaba si debía cancelar un aeropuerto en construcción de US$13.000 millones en Ciudad de México, Slim contactó al presidente a través de una carta personal en la que le pidió salvar el proyecto, según dos personas conocedoras del asunto. Argumentó que el aeropuerto se podía entregar al sector privado y ofreció hacerse cargo de la iniciativa, señalaron las fuentes, que pidieron no revelar su identidad.
El fuerte apoyo de Slim no fue una sorpresa, defendió públicamente el proyecto y habló sobre la opción de privatizar el aeropuerto, lo que se conoce como una concesión, y en la nota también propuso que el acuerdo incluyese las operaciones de otro aeropuerto cercano, el de Toluca. A López Obrador, quien acababa de basar su campaña ganadora en la promesa de frenar a la elite corporativa de México, no le gustó la propuesta, indicó una de las personas.
Ya conocemos el desenlace: López Obrador siguió adelante con un referendo público sobre el aeropuerto y luego canceló el proyecto. Slim, quien invirtió fuertemente a través de contratos de construcción y un vehículo de financiamiento, recibió un golpe duro, y la nota y la respuesta de López Obrador dan una idea del enfriamiento de una relación aparentemente buena que se remonta a casi dos décadas. Ahora el presidente es más íntimo con otro multimillonario, Ricardo Salinas.
Fuente: Bloomberg