En palabras de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), el envejecimiento es un "tsunami" que se nos avecina.
Si en el año 2014 el número de adultos mayores en México era de 8.0 millones, se espera que para el 2030 esta cifra aumente hasta los 10 millones, y se incremente aún más para el 2050, cuando se estima que el número de mexicanos mayores de 65 años sea de 24.4 millones.
"Este cambio estructural generará grandes retos para las políticas públicas; en particular tendrá un gran impacto sobre los sistemas de pensiones, los cuales se verán sometidos a grandes presiones financieras en las próximas décadas", alertó en su informe de 2019 la Consar.
Según su estudio, apoyado en proyecciones demográficas de organismos internacionales como Naciones Unidas o la OCDE, en México el envejecimiento de la población provocará que los dependientes mayores aumenten con respecto a la población en edad laboral.
Por cada 100 personas en edad laboral hubo 10 adultos mayores en 2014. En 2030 serán 15, y en 2050, 25.
Un sistema de pensiones insostenible
Ante estas previsiones demográficas, el sistema de pensiones del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador resulta insostenible.
"Con la excepción de los regímenes del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), todos los demás regímenes se encuentran técnicamente quebrados desde el punto de vista financiero. Más aún, representan una carga fiscal creciente e insostenible para las finanzas públicas del país, incluida la del propio gobierno federal", alertó Abraham Vela, presidente de la Consar.
Al cierre del sexenio de López Obrador, la carga fiscal derivada del sistema de pensiones será de 193.000 millones de pesos, según estimaciones del diario El Universal.
Esto significa que, mantener una pensión de 1.275 pesos al mes para cada adulto mayor, o aumentar esta cuantía, conllevará inevitablemente una carga o incremento en los impuestos. De otro modo, será insostenible y endeudará al país.
"Representa una carga y una presión porque se suma al gasto en pensiones. Cualquier cosa que se aumente tendrá que reducirse en otro lado. Si aumentas el presupuesto para un programa social como 68 y Más, necesitas recortar de otro lado, y si no lo haces, deberás contratar deuda para seguir pagando pensiones", dijo Alejandra Macías, directora de investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria en entrevista con el diario El Universal.
En el año 2024, habrá casi 11 millones de adultos mayores en México. Entregar a cada uno de ellos 1.275 pesos al mes equivale al 0.63% del PIB.
Si los apoyos se mantuvieran tras el sexenio de López Obrador, el nuevo gobierno debería conceder la ayuda a cerca de 15 millones de beneficiarios, un impacto fiscal que ascenderá a 316.000 millones de pesos en 2030, esto es, un 0.77% del PIB.
Alejandra Macías indicó que la ayuda es necesaria por la precariedad en la que viven muchos mayores en el país. Sin embargo, defendió que para reducir la presión en el presupuesto, habrá que contener el gasto de las pensiones más caras.
"20% del presupuesto que se va al esquema de reparto se asigna a 3% de los pensionados. Muy poca gente tiene pensiones altas", dijo la especialista.
Por su parte, Jorge Sánchez, director del programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros, admiró el esfuerzo del gobierno de apoyar a los adultos mayores, y dijo que podría financiarse con los recortes que el ejecutivo ha aplicado en la administración.
A pesar de esto, señaló los riesgos que podría generar el sistema de pensiones si el gobierno no aumenta sus ingresos.
"Si a todo el mundo se le va a estar subsidiando con este esquema, va a llegar un momento en que no va a alcanzar el dinero, y entonces vamos a recurrir a presiones de deuda. El problema no sólo está en este programa, sino en los recursos que también se les va a destinar a los jóvenes, a las madres solteras" explicó Jorge Sánchez.
"Se corre el riesgo de endeudamiento, y no sería bueno, porque ya tenemos dos sexenios en los que los pasivos se duplicaron", añadió el experto.