El día que “Canelo” Álvarez resultó positivo en un control antidopaje y la crisis que desató en México

Su caso dejó al descubierto una práctica ilegal en México, que desde hace al menos una década ha afectado a otros deportistas y a la salud de la población en general

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El Canelo Álvarez vivió en
El Canelo Álvarez vivió en 2018 uno de los momentos más difíciles de su carrera (Foto: Instagram, Canelo Alvarez)

Su victoria del pasado 4 de mayo en contra de Gennady Golovkin puso a Saúl "Canelo" Álvarez en los cuernos de la luna, pero para el boxeador mexicano no todo ha sido alegría, hace un año enfrentó uno de los episodios más difíciles de su vida, cuando fue suspendido seis meses de cualquier actividad relacionada con el cuadrilátero.

El 18 de abril de 2018 la Comisión Atlética de Nevada anunció la suspensión de seis meses al campeón mundial mexicano luego de dar positivo en mínimas cantidades de clembuterol en una prueba antidopaje aplicada los días 17 y 20 de febrero.

El clembuterol es un fármaco que se usa generalmente como descongestionante y recomendado a personas con enfermedades respiratorias para facilitarles la respiración.

Por no tener antecedentes, la comisión optó solo por la suspensión, sin embargo, para el peleador mexicano ha sido uno de los momentos más difíciles de su vida, ya que, además, una semana antes fue operado de una rodilla, lo que lo obligaba a tomar cinco semanas de reposo.

La prueba practicada al "Canelo" dio positivo en 0,6 nanogramos de clembuterol, la mil millonésima parte de un gramo, sin embargo, fue suficiente para la suspensión, la cancelación de una pelea, y para sumir al peleador en una depresión durante la cual todo lo que pensaba era que su prestigio no estuviera en riesgo.

"Lo que estoy pasando en estos momentos me tiene sorprendido y lleno de impotencia… siempre he sido un deportista íntegro, disciplinado y entregado y que se ponga en duda mi reputación y mis sacrificios de más de una década por un suceso involuntarios, sí pesa y pesa mucho", dijo en entrevista para revista Quien, en mayo de 2018.

El positivo del "Canelo" desató todo un debate al considerar que era una más de las víctimas de la "maldición del clembuterol".

Distintas investigaciones revelaron que no era la primera vez que un deportista mexicano se veían afectado por esta sustancia detrás de la cual hay un problema sanitario que aqueja al país desde hace años y al que no se ha puesto solución.

Ganaderos en el país utilizan en sus animales esta sustancia para reducir la grasa y aumentar la masa muscular  de sus animales, a pesar de los efectos secundarios que tiene en el humano como dolores de cabeza, temblores musculares (sobre todo en las manos), calambres, nerviosismo, insomnio, sudores, aumento del apetito, náuseas, palpitaciones e hipertensión.

"Las autoridades de la Secretaría de Salud saben que hay un problema con una parte de la carne de res que se consume en regiones enteras de México: está contaminada con clembuterol, pero ocultan sus hallazgos a la población", resaltó una investigación de la revista Proceso.

Un estudio del gobierno federal al que tuvo acceso señaló que con consumir 250 gramos de carne magra es suficiente para que una persona registre altos niveles de esta sustancia.

"Han negado la existencia de esa investigación o que se conozcan sus resultados, pero éstos son concluyentes: 49% de las casi 2,000 muestras de orina analizadas en ese estudio contiene clembuterol, en algunos casos con concentraciones tan elevadas que los rastros hallados recientemente en el boxeador Saúl Canelo Álvarez son una cosa de niños", señaló el reportaje.

El tema de los deportistas

El boxeador mexicano no ha sido el único deportista afectado por el tema del clembuterol. En 2011, jugadores de la selección mexicana como Guillermo Ochoa dieron positivos a un control antidopaje por el consumo de carne contaminada.

Ese mismo años, durante el Mundial Sub 17 que se realizó en México, la FIFA reveló que 109 de 208 jugadores de 24 países, dieron positivo a esta sustancia durante su estancia en tierras aztecas.

Desde 2012, el uso de esta sustancia es ilegal en México y se castiga con 8 años de cárcel, sin embargo, aún se sigue utilizando para lograr un mejor desarrollo del ganado.

 
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