Existen tutoriales en YouTube. También es un método recomendado de boca en boca. Se trata del "slimming", "tampones a las rocas" o simplemente "tampodka", que consiste en remojar tampones en vodka e introducirlos al cuerpo vía rectal o vaginal.
Dicho método que comenzó en Europa como un reto viral y se registró en México en 2013, es utilizado por los jóvenes como una forma de emborracharse sin oler a alcohol.
Montserrat, quien forma parte de los 345 pacientes que fueron atendidos en 2018 por consumo de alcohol vía mucosa, advirtió que los "tampodkas" funcionan igual que cualquier bebida embriagante: "La verdad si te sientes borracha, si sientes el efecto del alcohol, nada mas que no das el olor a otras personas", confesó para Televisa.
El director nacional del Centro de Integración Juvenil, Ricardo Nanni, detalló que el grado de intoxicación alcohólica es más rápido por éstas vías (anal y vaginal), debido a los tejidos que tenemos.
Pese a las ventajas de dicha práctica, Monserrat confesó que es un proceso doloroso, pues el ardor de introducir alcohol a las partes intimas es equivalente al de un raspón. "Aunque duele, después de un tiempo ya no sientes dolor", dijo.
Debido a los efectos secundarios que Monserrat presencio en su cuerpo, como cambios en la menstruación y ardor, después de seis o siete veces de usar el "tampodka", decidió dejarlo.
La ginecóloga, María Teresa Solano, explicó que dentro de las infecciones más graves e importantes causadas por dicho método se encuentran la laceración de la vagina y las hemorragias, además de los fenómenos inflamatorios en la zona por el alcohol, ya que es abrasivo.
"Todos los fenómenos infecciosos nos llevan a una enfermedad pélvica inflamatoria que puede ocasionarnos infertilidad en un futuro", explicó.
En 2015, en la Ciudad de México, se registraron 11 casos de intoxicación de alcohol por vías mucosas. De acuerdo a información del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), al menos cuatro de ellos eran varones menores de edad, quienes practicaron el método vía rectal, incluso, uno utilizó alcohol en sus ojos.
Otro caso fue el del 2014, donde tres mujeres y tres hombres acudieron a la Clínica de Especialidades Toxicológicas Venustiano Carranza, tras sufrir intensos dolores en la zona rectal. Los pacientes indicaron que se habían introducido tampones con alcohol y cocaína al mismo tiempo.
Entre otras consecuencias graves que puede causar dicha práctica se encuentra la muerte celular en la zona lastimada, trombosis profunda, necrosis y sepsis.