La galardonada periodista y escritora mexicana Anabel Hernández, experta en narcotráfico, pone en duda el liderazgo de Joaquín "Chapo" Guzmán como máximo jefe del cártel de Sinaloa, actualmente dirigido por Ismael "El Mayo" Zambada.
"Aquí el punto y en eso gira mi nueva investigación y el nuevo libro que voy a publicar, es que ¿realmente 'El Mayo' Zambada y el 'Chapo' Guzmán eran los dos líderes del cartel o la realidad es que 'El Mayo' Zambada siempre ha sido el jefe supremo?", dijo Hernández en una entrevista en Australia.
La autora del libro Los señores del narco (2010), que ha recibido amenazas de muerte por sus investigaciones sobre el narcotráfico y la corrupción, es una de las invitadas en el Festival de Escritores de Sídney que se celebra esta semana hasta el domingo.
Hernández aseguró que siempre hubo una "guerra silenciosa" para tomar las riendas del cártel y que tras la recaptura de "El Chapo" en 2014 hubo una pugna interna entre los hijos de Guzmán y Dámaso López Núñez, hombre que de confianza de Guzmán, hasta que éste fue detenido en 2017.
"Después de que toda el ala de poder de 'El Chapo' comenzara a diluirse en el cártel, es cuando 'El Mayo' Zambada toma el control total", precisó.
A diferencia de "El Chapo", quien acaparaba la atención de los medios, "El Mayo", de 70 años, tiene un perfil bajo y desde que inició su dedicación al narcotráfico hace 40 años nunca ha pisado la cárcel.
Durante el juicio contra "El Chapo" en Estados Unidos, a donde fue extraditado tras su recaptura en 2014, su abogado, Eduardo Balarezo, aseguró que el verdadero y único líder del cartel del Sinaloa era Zambada y que Guzmán solamente fue un testaferro para liberar a otros de culpas.
En su proyecto por desentrañar los secretos de Sinaloa, Hernández promete revelar en su próximo libro las claves del funcionamiento del cártel durante los últimos 40 años en los que la organización ha podido infiltrarse en el aparato del Estado mexicano.
Según la periodista, el nivel de impunidad y violencia en México se explica por "las conexiones profundas" que el cártel tiene con las autoridades, y por ello aseguró que "el Ejército y la Policía Federal se han convertido en el brazo armado del cártel".
"No me atrevería a dar nombres porque todavía estoy trabajando en esto", justificó la experta en el narcotráfico y la corrupción en México, país en el que en los últimos dos años se han registrado más de 200.000 asesinatos y 40.000 desaparecidos.
Hernández expuso estas conexiones en su libro La verdadera noche de Iguala, que vincula la desaparición de 43 estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero en septiembre de 2014 a un grupo de militares que fue a recuperar un cargamento de droga por órdenes de un capo.
Entre las víctimas de cártel de Sinaloa también se encuentran las mujeres, apartadas de la maquinaria de poder de la organización y utilizadas como correos de droga o traficadas como esclavas sexuales, según la investigadora.
En otros casos se relacionan con los mafiosos como "objetos sexuales", añadió la periodista, que puso como ejemplo a Sandra Ávila Beltrán, conocida como "la Reina del Pacífico".
"Sandra había sido la amante de los principales capos de la droga en México", dijo Hernández acerca de Ávila, detenida en 2007, extraditada y liberada en Estados Unidos, y posteriormente condenada en su país por lavado de dinero a una pena de cárcel que cumplió hasta 2015.
"Pero ella no tomaba ninguna decisión en el cártel. No decía cuál ruta tomar, no era la que vendía la droga o hacía las alianzas con los colombianos. Ella fue siempre testigo de muchas cosas pero siempre en el rol de objeto sexual", indicó Hernández.
Su nuevo trabajo también abordará el entramado ilícito de empresas internacionales, dedicadas a negocios como la venta de atún o mensajería, y que según Hernández "fueron creadas específicamente" como fachada para el tráfico de drogas.
"Algunas son empresas que cotizan en la Bolsa de Valores de México", manifestó la escritora galardonada este año con el premio "Freedom Of Speech" de la televisión internacional alemana Deutsche Welle (DW) por su compromiso con la libertad de expresión.
Con información de EFE.