Son muchas las dudas que giran entorno a la muerte de Aidé Mendoza Jerónimo, la joven estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente que fue agredida dentro de las instalaciones del colegio.
Tan sólo el día de ayer se manejó la teoría de que el arma utilizada había sido una "pluma bala" o "pluma pistola", la cual emplea cartuchos calibre .22 y que, como su nombre lo indica, tiene forma de bolígrafo. Esta versión cobró fuerza por el inusual ataque y debido a que nadie escuchó una detonación de arma de fuego.
Sin embargo, esta posibilidad ha quedado descartada este miércoles, pues se ha confirmado que Aidé murió a causa de un impacto de bala calibre .9, disparada al menos a 300 metros de distancia de donde ella se encontraba. El Instituto Nacional de Ciencias Forenses lo determinó así después de haber practicado la necropsia.
El proyectil entró en la parte baja de la axila, atravesó el tórax y terminó incrustado en el abdomen de la alumna, que cursaba el sexto semestre. La herida causó lesiones en órganos vitales, ocasionado su muerte. Hasta el momento no ha sido localizado el casquillo percutido ni el arma de fuego.
Aunque el día de ayer la Procuradora de la capital mexicana, Ernestina Godoy, dijo que la bala no provino del exterior del salón, es decir, que no fue una bala pérdida, la información vuelve a generar dudas sobre lo ocurrido. Y es que los alumnos y el profesor dieron negativo en la prueba de rodizonato de sodio, lo que significa que ninguno de ellos accionó un arma de fuego.
Lo anterior refuerza la teoría de una bala perdida o de una agresión desde el exterior, aunque todavía las autoridades no encuentran nada en la zona periférica al inmueble.
También hay inconsistencias en la atención Aidé por parte de la institución y el hospital, pues de acuerdo con la tía de la víctima, la ambulancia tardó "unos 40 o 50 minutos" en llegar al Colegio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
"Fue hasta que abogados de la UNAM señalaron que tenían que dejar que se la llevaran, cuando permitieron que fuera trasladada", dijo Gilberta Mendoza.
Aunque la familia de la estudiante aceptó que no murió en el plantel, sino en el hospital al que fue trasladada, su versión señala contradicciones sobre cuándo se descubrió la herida de bala.
De acuerdo con ellos, fue en el propio salón de clases donde se descubrió que Aidé había sufrido un impacto con un arma de fuego. En contraste, los primeros registros señalaban que en un primer momento, el colegió pensó que era un cuadro agudo de peritonitis.
Los hechos se registraron el pasado lunes entorno de las 15:oo horas, cuando la joven estaba en clase de matemáticas. Tras un sonido tenue, que recordara cuando alguien destapa un corcho de sidra, la joven de 18 años cayó al piso y se desvaneció a causa del dolor. No sobrevivió a la agresión.
Los reportes oficiales tardaron más de siete horas, tiempo en el que empezaron a circular todo tipo de rumores. Lo cierto es que hasta el día de hoy las autoridades desconocen los detalles de cómo ocurrieron los hechos.
Mientras tanto, estudiantes convocaron a una asamblea para pedir el esclarecimiento del caso, y colocaron letreros y un pequeño altar en la entrada de CCH Oriente en honor a la joven Aidé.