Este lunes se discute en la Cámara de Diputados la aprobación de la Ley de Austeridad Republicana, un proyecto impulsado por el presidente López Obrador para acabar con los privilegios de la burocracia federal.
El documento contempla anular bonos extraordinarios, compensaciones o percepciones extraordinarias al salario, y cancelar por completo cualquier tolerancia que antes consentía el consumo de bebidas alcohólicas en las oficinas públicas.
También se buscó ampliar la jornada laboral para que los funcionarios trabajen los días sábado, sin embargo, el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Alfonso Ramírez Cuéllar, confirmó que este apartado del dictamen fue eliminado para no violentar garantías laborales.
De acuerdo con el documento, no se permitirá contratar, mediante recursos públicos, cualquier régimen especial de retiro ni de seguros de gastos médicos privados o de vida. Tampoco se autorizarán pensiones de retiro al Presidente, diputados, senadores, magistrados, jueces, consejeros de la Judicatura y magistrados electorales.
En palabras de Ramírez Cuellar, el objetivo fundamental de dicha ley es "terminar con el derroche de la alta burocracia y el mal manejo del presupuesto asignado".
De acuerdo con el Informe Sobre la Situación Económica y las Finanzas Públicas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), tan sólo en el segundo trimestre de 2008, el Gobierno federal destinó un total de 76,816,539 pesos para el gasto en servicios personales de los servidores públicos, el cual comprende las percepciones ordinarias, así como pagos para celebraciones de días festivos.
Diferencias entre austeridad y trabajo
En su discurso de austeridad el presidente López Obrador fomenta la importancia del trabajo prolongado, ideal que él mismo predica en su agenda de actividad política, labor que realiza sin descanso.
Para él los funcionarios deben trabajar arduamente y sin descanso porque "servir al prójimo" es una labor que conlleva una gran satisfacción, incluso habló de esta medida como una herramienta para combatir la corrupción.
"Y antes ya lo había dicho de otra forma José María Morelos y Pavón, que el funcionario tenía que ser siervo de la nación. Y sí, tenemos que trabajar si se puede hasta el domingo, todos los días", afirmó el mandatario en una de sus conferencias matutinas.
En gran medida la Ley de Austeridad ha sido bien recibida por la opinión pública, pero su postura del tiempo laboral ha sido cuestionada por especialistas y medios de comunicación.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), más horas de trabajo no implican mayor productividad. La producción per cápita en México es la más baja de todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (ODCE), a pesar de que es uno de las naciones que más tiempo invierte en horas laborales.
Un informe del Grupo de Información en Reproducción elegida (GIRE) explicó que la falta de equilibrio en el tiempo de trabajo afecta derechos humanos como la vida privada, el tiempo de descanso, la oportunidad de incursionar en actividades con fines creativos y la convivencia con la familia.