En México, un problema cada vez más serio es el de las agresiones sexuales contra menores, pues en 2015 ocurrieron 2.081 delitos de este tipo, mientras que en 2018 aumentaron a 2.919, lo cual representó un incremento del 39 por ciento en ese periodo.
De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia (Redim), "ocho de cada diez abusos sexuales contra niños, niñas y adolescentes son cometidos por familiares y ocurren en lugares donde las víctimas no tienen voz, lo cual representa un estímulo para cometer este delito".
Un problema jurídico para los menores, señala el director del Redim, Juan Martín Pérez, es que ellos no pueden presentar una denuncia directa, sino que debe hacerlo su tutor, o los padres. En este contexto, la dificultad para los niños es que "lo que no piensan las autoridades es que tal vez fueron esos adultos los que realizaron el acto delictivo", aclara.
Al respecto, el magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca, Gerardo Carmona Castillo, comentó en un comunicado que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha señalado que el testimonio de los menores que han sido víctimas de algún delito de carácter sexual tiene un valor preponderante siempre y cuando existan otros medios de prueba que corroboren, o por lo menos hagan verosímiles los hechos narrados.
Sandy Poiré, directora de Calidad y Asuntos Internacionales de Save the Children México señala que se debe mejorar la labor del gobierno, que implemente una política nacional, fortalezca el sistema judicial en favor de los menores y se atiendan correctamente las agresiones hacia este grupo, debido a que en muchas ocasiones las autoridades las interpretan como "asuntos familiares".
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, las entidades con más casos entre 2015 y 2018 fueron Estado de México (701), Baja California (320), Nuevo León (317), Puebla (271) y Chihuahua (218). Sin embargo, las estadísticas de 2019 son obscuras, pues de enero a marzo se registraron 837 casos y si la tendencia se mantiene se podría hablar del año con más agresiones sexuales contra menores.
Durante la presentación de un catálogo para prevenir el abuso sexual infantil elaborado por la iniciativa ciudadana Lazo para María Evelia, su presidente, Víctor Chan Martín, mencionó que "la mayoría de las personas que han vivido violencia sexual infantil la han mantenido en secreto muchos años llevando así una vida de dolor, enojo y culpas en silencio".
Por esta razón, los especialistas señalan que toda víctima debe pasar por un proceso psicológico de al menos dos años. No obstante es complicado para los menores identificar que se encuentran en una situación de abuso, pues lo agresores la muestran como si fuera un juego o "cariños" hasta ganar su confianza y cometer el delito.
Ante esto, Sharon Linnet, psicóloga especialista en abuso sexual infantil, consultada por el diario mexicano El Universal, menciona ciertos indicios sobre los que los padres deben estar atentos por si su hijo fue víctima de violación como lesiones en zona genital, que tenga pesadillas,temor exagerado hacia un adulto, comprensión de conductas sexuales no aptas para su edad, poco control de sus ganas de orinar o que rechace las muestras de cariño genuinas.