Maggie y Max tienen muchas cosas en común. Cada vez que se miran reflejan esa complicidad típica de dos personas que aman lo que hacen, y cuando uno comienza a explicar una idea, el otro la termina en perfecta sincronía. Fue con esa afinidad que surgió la idea de compaginar en un mismo proyecto su amor por los perros y su gusto por la cerveza.
Máximo estaba en casa de Maggie cuando entre esas charlas típicas de dos soñadores, apareció la propuesta de crear una cervecería con causa, al ser él un apasionado de la elaboración de cerveza artesanal y ella una ávida por ayudar a perros desamparados. La fórmula perfecta para comenzar a emprender juntos llegó en aquel verano de 2017, cuando de una simple plática cotidiana nació Cerveza Apolo.
"Alguien de los dijo que estaría padre tener una cerveza para ayudar perros, dijimos como 'bueno, ¿cómo se llamaría?'. Pensamos en llamarla Cerveza Mestiza pero no porque ya lo tenían los de Tecate; Cerveza Pal Perro fue opción, Cerveza Labrador; pero en eso, Max que sabía nombres de lúpulos, hizo el match, dijo 'un lúpulo se llama Apolo, pongámosle Apolo'. Así se definió también el estilo de esta cerveza", cuenta Maggie Flores a Infobae México.
Al ser Max un enamorado de mezclar sustancias para crear distintos tipos de esta bebida alcohólica, ambos ya habían realizado degustaciones de las creaciones que surgían de la inspiración del también comunicador. Todas ellas las hacían con el único fin de recaudar fondos para la Fundación Apolo & Friends, una asociación destinada a ayudar tanto a perros como a todo tipo de animales en situación de calle.
"Justamente fue una ocasión que estábamos dando degustación de una cerveza que Max estaba distribuyendo. Se nos hizo fácil la idea de cerveza y ayudar perritos, pensamos que no existía alguna cerveza que tuviera esta causa y hacía muy buen match, ¿a quién no le gustan los perritos y a quién no le gusta la cerveza?", continúa Flores, diseñadora de profesión.
El sismo postergó su lanzamiento
Fue así que Máximo Chávez pensó en un estilo IPA para crear una cerveza estilo americana de un solo lúpulo. Apolo es un lúpulo de Washington que da notas al olfato entre cítricos, como cáscara de naranja y lima, e incluso como de resina o pino. Poco a poco tomó forma su proyecto, pero cuando estaban por lanzarlo, el sismo del 19 de septiembre de aquel año los obligó a posponer la fecha.
"La cerveza tiene un poquito más de un año, fue en noviembre o diciembre que festejamos el primer año. La idea fue hace poco más, pero nosotros nos atrasamos un poco en sacarla por el sismo, eso nos retrasó un poco en sacarla hasta finales de 2017 y de ahí no paramos hasta estas fechas. Ha ido creciendo poco a poco, llevamos un poquito más de un año en el mercado y hemos incrementado tanto el producto como los clientes", explica Chávez de 32 años, con una botella de su producto en la mano.
La cerveza la producen en Dos Palomas, una fabricante de cerveza artesanal y que incluyó en su trabajo de maquilación a Cerveza Apolo. Actualmente producen por lote unas 16 cajas y un barril de 20 o 30 litros, aunque esperan duplicar su producción próximamente, toda vez que su último lote se agotó en cuestión de días.
"Nosotros en realidad no empleamos a nadie, solo somos Maggie y yo, desde las entregas y compaginamos absolutamente todo con nuestros trabajos que es un poco más complicado llevar una doble vida. Hacemos nuestro trabajo y el resto a esto", comenta Máximo y de inmediato le toma palabra Maggie, dos años menor que él.
"Todo el proyecto nos gusta, si no, no invertiríamos tanto tiempo y esfuerzos, siempre que pueda inspirar a otros proyectos padres, que ayuden y puedan ayudar a crear conciencia de la tenencia responsable de mascotas".
Cerveza Apolo donan el 20% de sus ganancias a la asociación y además, organizan eventos altruistas para recaudar fondos con la venta de su cerveza y productos diseñados por Maggie, la encargada de hacer de esta cerveza no solo un placer culinario, sino también visual.
"De las utilidades se dona un porcentaje a la causa, antes no existía ninguna cerveza con causa de perritos, fuimos los primeros y está padre, original. Hay algunas que se enfocan en la conservación de la vaquita marina, otras del ajolote y está padre, creo que se trata del contexto de cada quién, yo siempre he amado a los perros y era lo más natural para los dos, no hubo que buscar demasiado hacia lo que queríamos encausar, una causa te da un valor agregado y es poder ayudar; eso los usuarios lo ven como una empresa que le importa y que no busca solo hacer dinero", dice Flores.
Ambos tienen dos perros, Pinta y Aquileo; además de un par de gatos. Desde niños conocieron el amor de una mascota, por lo que este proyecto es un homenaje a ese sentimiento que solo quienes se han dado la oportunidad de abrir su corazón con los animales pueden entender.
"Yo siempre tuve perros en casa de mis papás, ya grande, siempre busco departamentos que acepten perros, que cada vez es más difícil en la ciudad. Parece que México y la CDMX siempre ha sido muy perrera, se nota el incremento de perros, de lugares pet friendly y cada vez hay más cosas para perros. El tener un perro te sensibiliza, la mayoría de la gente ya tiene perros rescatados y hace entender este tipo de causas", asegura Máximo.
"Los perros son lo máximo del mundo y no merecen todo lo que la gente les hace, en serio no los merecemos, son muy buenos. Una parte que nos gusta mucho de Apolo and Friends es la de la redignificación de los perros más allá de la raza, es la parte de darles este lugar a los perros mestizos. Es darles valor no por la raza sino por el simple hecho de ser perro", puntualiza Maggie.
Esta cerveza se puede encontrar en algunos restaurantes en la colonia Condesa, la Roma, San Rafael, Narvarte, así como en el Centro, San Ángel y Portales. Además, también es posible adquirirla a través de internet.