Jornadas laborales sin descanso, malos tratos, acoso sexual, amenazas de ser despedidos o deportados,y hasta demandas; así el es día a día de las personas migrantes que trabajan en las empresas de la industria lechera en Estados Unidos.
La problemática no es nueva, desde hace 10 años este conflicto salió a luz debido a las demandas que interpusieron 12 trabajadores , a sus jefes de la lechería Ruby Ridge, con sede en Washington, también es conocido como el caso Darigold.
Desde entonces, los migrantes empleados en las granjas, a través de la Unión de Trabajadores del Campo (UFW, por sus siglas en inglés), han hecho públicas sus demandas y las condiciones en las que trabajan.
La Unión de Trabajadores del Campo ha logrado triunfos en varios casos de demanda, con ellos invita a quienes hayan sufrido abusos en las lecherías a denunciar y exigir respeto a sus derechos.
Las lecherías involucradas en el conflicto pertenecen a la Northwest Dairy Aasociation (NDA), cooperativa que reúne a casi 440 compañías de Oregon, Washington, Idaho y Montana.
El reporte publicado por El Universal, indica que la asociación informó que las jornadas laborales de los empleados van de 8 a 12 horas, dependiendo el turno en que trabajan. A pesar de esto la NDA asegura que no se han encontrado evidencias suficientes que soporten los alegatos de los denunciantes.
Afirma que se han realizado entrevistas con los quejosos y que estos gozan de 1 o 2 días de descanso a la semana, pero que algunos prefieren trabajar más horas al día para incrementar sus ingresos.
También dice que sus salarios van desde 7.25 a 12 dólares por hora, y que los empleados con mayor experiencia pueden ganar hasta 20, además de las prestaciones.
El caso Darigold inició en el 2009 cuando 12 trabajadores fueron despedidos y posteriormente demandados por la lechería Ruby Ridge, lo que originó el movimiento entre migrantes llamado #SomosMásDe12.
Los trabajadores exigieron a Ruby Ridge mejoras en las condiciones laborales y dijeron que por esto fueron despedidos, y un año más tarde la granja los demandó por difamación y conspiración.
La empresa lechera pide alrededor de 1.5 millones de dólares a los trabajadores, que acusa de que quisieron dañar la propiedad y a las vacas. Ruby Ridge forma parte de las casi 450 granjas que conforman la cooperativa de NDA.
La NDA es dueña de Darigold, que aunque esta última no es propietaria de granjas, si es dueña de 11 fábricas que se dedican a la producción de derivados de la leche que exporta a distintos países, México es uno de ellos.
"Es un mensaje muy fuerte a la comunidad de trabajadores, pues ahora están asustados de denunciar los problemas o violaciones a sus derechos laborales, porque no solamente los pueden correr o deportar, sino hasta están en riesgo de que los demanden", señaló el vicepresidente de UFW.
María González, migrante de origen mexicano y activista, fue víctima de acoso sexual en 2015 mientras trabajaba en DeRuyter Brothers Dairy. "Su agresor de origen americano, era su subordinado y paso de comentarios al maltrato físico", dijo en entrevista para el medio.
"Empezó a decirme qué bonito hueles, qué bonito te queda ese pantalón, eran muchos piropos de diferentes maneras como que le gustaría una mujer como yo y cosas así. De ahí llegó a lo físico".
María contó a su superior el acoso que sufría, pero la violencia contra ella aumentó, porque el acusado era cuñado de su jefe.
"Era más agresivo conmigo, me tocaba más, cerraba su puño y agarraba vuelo como si me fuera a golpear y cuando ya estaba cerca de mi cara se frenaba, me llegó a jalar del cabello en el cuarto donde cambiaba los filtros, me amenazó que me iba a matar a mí y a mi familia", narró María.
Luego de que María hizo estas acusaciones fue despedida en septiembre de ese año porque se negó a seguir trabajando con su acosador, demandó a la empresa y en 2018 terminó por pegarle 95.000 dólares por angustia emocional y 5.000 más por salarios caídos.
Otro caso de abuso en lecherías es el de Josefina. Ella ingresó en el 2017 a trabajar en un granja de la NDA, inició como empleada temporal y unos meses más tarde la contrató por tiempo completo, luego de varios días sufrió un accidente mientras ordeñaba una vaca.
"No vi ninguna señal de que la vaca me iba a patear, la había limpiado y todo. Lo último que recuerdo es que agarré la máquina, no recuerdo ni mirar cuando la patada vino hacia mí ni cuando el servicio de emergencias llegó por mí o cuando llegué a mi casa, para mí todo ha sido muy traumático, muy duro, muy difícil" comentó.
Desde entonces permanece en una batalla legal contra la granja para que le reconozca la incapacidad correspondiente.
"Tengo dolores constantes de cabeza, mareos, vértigo, dolores del cuello y me hormiguean las manos, he perdido fuerza en ellas, a veces un simple vaso se me cae o no puedo ni abrir una botella de agua, se me inflama el cuello y me he vuelto muy lenta, porque ya no tengo la misma agilidad de antes".
El seguro de la empresa pagó los gastos del tratamiento y un año después del accidente aceptó pagar el tratamiento para su depresión.
Erik Nicholson, vicepresidente de la UFW, viajó a México en días recientes para solicitar al gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, que vigile la situación en la que migrantes mexicanos trabajan en la industria lechera en Estados Unidos, esto, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
"El enfoque principal es el caso Darigold, además de la situación laboral de los migrantes mexicanos en Estados Unidos. Los vemos muy interesados en conocer más del tema y nos pidieron más información", dijo Nicholson.
Se reunió con el embajador Jacob Prado, director general de Protección a Mexicanos en el Exterior de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
"A través de la oficina del embajador Prado esperamos llegar con Marcelo Ebrard, porque nos indicaron que es la persona adecuada para atender a los ciudadanos mexicanos en el exterior. El juicio empieza el 20 de mayo, así que esperamos que antes de esa fecha, el gobierno se pronuncie al respecto", explicó