La madrugada del jueves una adolescente llamada Heidi (17) llegó a una gasolinera en la ciudad de Tijuana y dijo a unos de los despachadores que los cadáveres de sus padres estaban en la cajuela de su auto.
Los agentes de la policía municipal que atendieron el reporte de los trabajadores encontraron a la joven a un costado del vehículo, el cual todavía tenía el motor y las luces encendidas. Uno de los oficiales observó sangre escurriendo de la cajuela y la abrió para inspeccionar.
En un principio Heidi fue considerada como presunta responsable del homicidio, pero después de hablar con los investigadores se supo que ella era la víctima.
De acuerdo con los testimonios recabados en el expediente del doble homicidio, los padres de Heidi, Jaqueline y Andrés Martínez, cruzaban droga por la frontera para venderla en Estados Unidos.
La pareja llevaba 20 años junta y también se ganaba la vida vendiendo otros productos que no necesariamente eran de procedencia ilícita.
La tarde del 10 de abril, ambos salieron de su casa porque habían quedado de verse con unas personas en un domicilio de la colonia Pedregal de Santa Julia, pero antes de llegar al lugar acordado pasaron por Heidi a su escuela.
Según la información recabada, la familia apenas había llegado al sitio cuando un grupo de hombres separó a los padres de su hija.
Mientras la menor fue llevada al interior de una casa en donde la agredieron sexualmente, la pareja fue forzada a entrar en la cajuela de su propio vehículo. Cada uno recibió un disparo en la cabeza.
A pesar de que los sicarios intentaron estrangular a la chica con una cuerda roja, al final optaron por dejarla con vida. No se ha precisado cuánto, pero tiempo después le ordenaron que se llevara su vehículo y le dijeron que sus padres iban en la cajuela.
Esta semana un juez giró una orden de cateo para que la policía inspeccionara el lugar donde ocurrieron la violación y el doble asesinato.
El lugar estaba muy sucio. Adentro de la casa de madera apenas había un colchón y unos cuantos muebles. Los oficiales encontraron la cuerda con la que intentaron estrangular a Heidi.
Los peritos tomaron muestras de huellas y otros posibles rastros que quedaron impregnados en la carrocería del vehículo.
Heidi, por su parte, fue llevada a las instalaciones del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia, en donde fue entregada a sus familiares.
Vecinos de Jaqueline y Andrés los describieron como una pareja tranquila que cuidaba de sus tres hijos.