Por Diana Zavala
Una persona entra a un centro comercial abarrotado de personas. Con las manos levanta sobre su cabeza un cartel de color rojo, en el que con letras mayúsculas escribió su edad, nombre y el lugar en donde vive.
Camina entre las personas mostrando su información. Después, saca otro cartel igual de grande, pero esta vez escribe en dónde comió, que tiene depresión, y que acaba de terminar con su pareja.
Cientos de personas conocidas y desconocidas miraron su letrero. La persona se ha colocado en una situación vulnerable al dar a conocer datos que pueden ser utilizados para fines no deseados.
Esto es lo que pasa con la información que se publica en redes sociales todos los días, explica la especialista en hackfeminismo Irene Soria en entrevista con Infobae México. Los internautas lanzan datos a la web sin preguntarse a quién beneficia. Desde vendedores, extorsionadores y cibercriminales, hasta personas conocidas podrían utilizar la información.
Ante este tipo de problemas surgió el hackfeminismo. Una manera de realizar activismo vía web que se basa en conocer cómo funciona internet y los equipos desde los que se ingresa, para que las mujeres puedan tomar medidas de protección de los datos personales, principalmente.
"Se trata de tomar el control de las tecnologías digitales que tenemos hoy. El término hacker remonta a la idea de un encapuchado ruso que entra a las computadoras de todos para robar información, pero nosotras no lo tomamos así. Más bien nos referimos a saber cómo funciona internet, meterte y romperlo", comentó Soria.
Una de las herramientas con las que buscan cumplir con este objetivo es la autodefensa digital "Comienza sabiendo qué son (las plataformas que se utilizan), cómo funcionan, y entonces empiezas a tomar ciertas medidas sin miedo, sin sentir que hay algo afuera terrible, sino más bien con conocimiento", comenta la doctorante en estudios feministas Irene Soria.
Un ejemplo es la toma de consciencia de cómo funciona una de las plataformas digitales más utilizadas en el mundo: Facebook. En enero de 2019 la red social tuvo 2.271 millones de usuarios activos sólo ese mes; superando a Youtube, WhatsApp y Twitter, según el estudio el estudio Digital 2019 Global Digital Overview de Hootsuite.
En el pasado ha estado envuelta en problemas que tienen que ver con la venta de información. Uno de los casos más sonados fue con Cambridge Analytica, en el que se les acusó de utilizar datos (brindados por Facebook) de 50 millones de usuarios, para crear propaganda dirigida en favor de Donald Trump durante las elecciones de Estados Unidos.
Pero esta no ha sido la única ocasión en que se ha utilizado información de las personas registradas en la red social sin su consentimiento.
"Facebook es una tienda, una empresa privada. Parece que es un espacio público pero en realidad estás entrando al espacio de una persona (…) digamos que es gratis porque nuestros datos son el alimento. Cuando nosotros entramos hablamos inbox estamos creyendo que hay intimidad, que sólo estamos platicando tú y yo, pero en realidad Facebook y su maquinaria sabe de lo que hablamos y lo utiliza para vendernos cosas", explica Soria.
Con la información sobre cómo funcionan y se nutren las redes sociales, las personas no necesariamente tienen que dejar de utilizarlas. Pero sí las obligará a realizarse las preguntas "¿Es realmente necesario que publique esto?", agregó la especialista.
Otra de las funciones del hackfeminismo es proteger a periodistas, feministas y defensoras de derechos humanos que utilizan internet. Para hacerlo optan por navegar en anonimato. Y, aunque lograrlo requiere un poco de expertiz sobre cómo funciona la web, hay grupos de mujeres que brindan asesoría para protegerse.
"El anonimato siempre levanta mucha controversia porque se le pregunta a las personas qué quieren esconder. Pero no es eso, es más bien que quieren estar seguras", explica Irene Soria.
Hackfeminismo en México
La experta que lleva 10 años trabajando con las nuevas tecnologías, dijo que el movimiento no es muy conocido en México, pero que intentan difundirlo a través de talleres y asesorías itinerantes para enseñar a las mujeres a protegerse en la web.
Irene Soria también comentó que se han presentado muchos obstáculos para que la popularidad del hackfeminismo aumente "Las mujeres se sienten muy alejadas del a tecnología porque creen que no es para ellas, que es algo muy complejo, que no nacieron para eso. Y aún cuando ya hay mujeres dentro del ambiente tecnológico generalmente están vinculadas con tecnología privativa. Trabajan en empresas. Esto no está mal, pero no tiene el acote feminista, entonces el beneficio va a otros lados", dijo la especialista.
Sin embargo, explica que cada vez se suman más mujeres al movimiento y se interesan sobre cómo proteger su información. Generalmente son jóvenes a las que les hackearon las cuentas, quienes se acercan para conocer cómo y por qué fueron víctimas, y de qué manera evitarlo.