José Antonio Yépez "El Marro" se convirtió en el enemigo público número 1 de México. Las fuerzas federales han montado una verdadera cacería en su contra, pero la intervención de los pobladores ha sido uno de sus principales escudos, sin embargo a principios de año lo ubicaron desprotegido y no lo capturaron.
El hombre, señalado como la cabecilla del cartel de Santa Rosa de Lima, una de las más grandes células delincuenciales del robo de combustible en Guanajuato, libró un asalto del Ejército cuando se encontraba en un club de la ciudad de Celaya, según el periodista Héctor de Mauleón.
Al principio, las medidas cautelares del "huachicolero", como cambiar de celular con frecuencia, moverse en autos poco ostentosos, y desprenderse por las noches de los guaruras que lo acompañaban, dificultaron a los uniformados seguirle la pista.
El pueblo guanajuatense fue otro elemento importante en su huida, ya que éstos detenían a los federales para evitar la captura de su líder.
Sin embargo, la libertad de "El Marro" obedece en gran medida, al Ejército y Marina, quienes según el columnista de El Universal, no han hecho lo suficiente para detener al ladrón de "huachicol".
De acuerdo a Mauleón, los primeros días del año, las Fuerzas Federales ubicaron a Yépez en un club campestre cerca del aeródromo, a orillas de Celaya, Guanajuato. El seguimiento de varias semanas había permitido que personal de inteligencia lograra establecer con precisión dónde dormía y se movía la cabecilla del Cártel de Santa Rosa de Lima.
El lugar, frecuentado con gente de otro estrato social, disminuía la fuerza del huachicolero, quien probablemente no sería defendido por nadie.
Agentes que tomaron parte de aquel operativo, pidieron refuerzos a sus superiores. No se las dieron por que "El Marro" no era prioridad. Ese, fue el único día que estuvo a punto de caer.
"'El Marro' no supo lo cerca que estuvo de caer. O tal vez sí, porque a partir de entonces modificó de manera absoluta sus rutinas", escribió De Mauleón.
El Cártel de Santa Rosa
La producción de combustible en la refinería de Salamanca, Guanajuato, ha desatado una sangrienta disputa entre dos grupos criminales por el control de ductos clandestinos: el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el grupo de Santa Rosa de Lima.
Aunque éste último no es una organización gigantesca, en el plano de lo local es una célula poderosa con control en la zona.
El nombre de Santa Rosa de Lima fue adoptado por una pequeña localidad del territorio que domina el grupo, el cual incluye los alrededores de las ciudades de Salamanca, Celaya, León y Guanajuato.
Amenaza de muerte a López Obrador
"Ahí te dejo un regalito en mi refinería", se leía en un mensaje dirigido al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el cual fue colocado en una camioneta con un explosivo frente a la refinería de Pemex, en Salamanca, Guanajuato.
El recado, supuestamente firmado por el Cártel de Santa Rosa, daba un ultimátum al mandatario mexicano que inició una cacería contra el huachicoleo, el pasado mes de febrero.
Días después, la cabecilla del grupo delictivo, José Yépez "El Marro", desmintió la amenaza, y se la atribuyo al Cártel de Jalisco Nueva Generación.
Crecen homicidios tras cacería de "huachicoleros"
Durante el último año, los asesinatos registraron un repunte del 400 por ciento en las regiones donde las Fuerzas Federales han buscado a "El Marro".
Según el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública, las demarcaciones con más homicidios fueron: el municipio Cortázar, que pasó de 22 casos en 2016 a 88 con los que cerró el año pasado. Esto representa un incremento de 486 por ciento.
Irapuato, con un alza de 434 por ciento, al pasar de 79 asesinatos violentos en 2016 a un total de 374 el 2018, y Salamanca, donde el delito aumentó 243 por ciento; hace tres años se denunciaron 82 crímenes, y en 2018 cerró con 282.