La lengua Ku'ahl está considerada oficialmente muerta, sin embargo dos mujeres hicieron hasta lo imposible para preservar su legado con un museo rústico con paredes de adobe, cartulinas pero con una gran riqueza cultural que plasma la historia y costumbres que su comunidad deja para la historia.
Los Ku'ahl, son uno de los cinco pueblos yumanos de Baja California, Daria y Teresa son las últimas dos hablantes de este dialecto, que es una derivación lingüística de los pa ipai, y que está escrita en carteles y traducciones al español para que las nuevas generaciones no la olviden, registró un documental del portal Pie de Página, una red de periodistas en derechos humanos.
Asimismo Daria Armenda recolectó las puntas de flechas y otros objetos representativos de su cultura para resguardarlos en el museo que ella misma creó. El "Museo ku'ahl" está anunciado con un letrero en la carretera que lleva a la Misión de Santa Catarina, donde sobreviven unos 200 pa ipai. La mujer financia su colección con la venta de ollas de barro que
ella misma elabora.
El patrimonio no material de los ku'ahl también está en peligro. El Instituto Nacional de Lenguas Indígenas reconoce que "esta lengua tiene un riesgo alto de desaparición". Y de acuerdo con el Sistema de Información Cultural del gobierno federal, el Censo General de Población de 2010 registró a los hablantes de ku'ahl junto con los de pa ipai.
Es decir, oficialmente, desde hace una década la lengua ku'ahl ya no se habla.
Los ku'ahl quieren preservar sus tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial, se hablaba en la regiones de Ensenada: Comunidad Indígena de Santa Catarina, El Aguajito (Mat Chip) [Rancho Matchip], Rancho Escondido, Rancho Wikualpuk (El Ranchito).
De los 40,000 indios nómadas de la familia lingüística yumano-cochimí que habitaron la península de Baja California hoy quedan menos de 2,000 nativos de cinco pueblos originarios y, según las previsiones oficiales, habrán desaparecido en menos de 20 años.
Las cinco etnias: Cucapá, Kumiai, Kiliwa, Pa iPai y Cochimí, están en la lista de 14 pueblos con proceso de extinción acelerada de la exComisión de Desarrollo para los Pueblos Indígenas (ahora Instituto Nacional de Pueblos Indígenas). Y la Unesco considera esas lenguas en grave riesgo de desaparecer.
Un equipo de Pie de Página recorrió la península para buscar los rastros de esta historia que comenzó hace 12,000 años, cuando llegaron los primeros grupos nómadas a esas tierras.
La investigación implicó un año de trabajo, para la producción de un multimedia que tiene crónicas, mapas, videos, fotografías y podcast. En ese tiempo, tres de los entrevistados murieron, por lo que muy probablemente lo que se encuentre en este especial sea el registro gráfico y en audio de los últimos hablantes de tipai, ku'ahl y pa ipai.
Sin embargo, contrario al discurso oficial, la historia de estos pueblos no ha terminado: cada año, los Cucapá se reúnen durante las seis semanas de pesca que marcan los tiempos de la luna; desde la inhóspita sierra, los kumiai hacen de la libertad su ideario de sobrevivencia; los kiliwa se transforman para jugar con las mismas reglas de los blancos; los pa ipai resisten al olvido (son, paradójicamente, los que más intervención de las instituciones del Estado han tenido) y las últimas hablantes de ku'ahl construyen su propio museo para cuando ya no existan. Alejados de todos, considerados extintos por la historia oficial, los Cochimí sostienen una batalla por el reconocimiento de su identidad.
"Los últimos cochimíes no se extinguieron hace 100 años; se transformaron", sostiene la antropóloga Alejandra Velasco.
Los yumanos conservan idiomas con más de 8,000 años de antigüedad, mientras que el castellano apenas tendrá unos mil. También son protectores de las pinturas rupestres más antiguas del continente y que fueron pintadas por sus ancestros por toda la Baja California.
El multimedia forma parte de un proyecto mayor de Periodistas de a Pie: "El color de la pobreza", una serie de reportajes sobre la cotidianeidad de los pueblos originarios que siguen vivos a pesar de siglos de colonialismo y exclusión, y que muestran la relación directa entre el racismo y la desigualdad y las condiciones de marginación a las que se ha destinado a los pueblos originarios.
El más grande error ha sido sólo verlos en el pasado, pensar que existieron, pues sólo si los pensamos en el futuro les damos la posibilidad de sobrevivir.