El presidente Andrés Manuel López Obrador aceptó que hay malestar en un sector de la población por la asignación de un equipo de seguridad a los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón.
"En este caso es algo especial, yo creo que la gente comprende, genera polémica, pero tengo que tomar decisiones, la política es optar entre inconvenientes", expresó el mandatario en su conferencia matutina del lunes.
El fin de semana, el expresidente Fox responsabilizó a López Obrador de su seguridad tras denunciar que un comando ingresó a su propiedad en Guanajuato. Horas más tarde, el diario Reforma desmintió lo dicho por el exejecutivo de Coca Cola al documentar que eran escoltas que iban a una boda los que se acercaron a la casa de Fox.
"He instruido al general Luis Cresencio Sandoval González, secretario de la Defensa, para crear una guardia de seguridad que proteja al ex presidente Fox y su familia, con eficacia, pero sin los excesos que mantenían antes del cambio de régimen", informó AMLO.
Una de las grandes promesas de campaña del político tabasqueño fue el de retirar los "privilegios" a los expresidentes, incluidas sus pensiones y equipos de seguridad.
En medio de la denuncia de Fox, AMLO informó que el expresidente Calderón también había solicitado seguridad. "Fue una carta -el pedido de Calderón- y después de que la leí, le di instrucciones al secretario de la Defensa".
"Hay que actuar con transparencia, siempre he dicho que esa es la regla de oro de la democracia, no ocultar las cosas, pero también hay que cuidar, no afectar la dignidad de las personas, de cualquier persona, no ofender y pasar la frontera de lo que ya tiene que ver con la dignidad", explicó sobre las razones para no informar públicamente que Calderón tenía guardias desde hacia tres meses.
"Cuando se presentan casos así es de mal gusto darlo a conocer, es ofensivo porque es una situación delicada, íntima, decir 'tengo preocupación porque me tocó en el desempeño de mi función enfrentar a la delincuencia organizada y me siento desprotegido'", agregó.
"Salir a decir eso en ese momento es de mal gusto, es algo no adecuado, en el momento. Pasa algo parecido (con Fox) y me da la oportunidad de decir que también con Calderón… Política es tiempo".
López Obrador no quiso polemizar sobre los dichos de Fox, desmentidos por el diario mexicano. "Recuerden que yo soy el responsable – de la seguridad de los expresidentes -", se limitó a decir.
Figuras de la vida social mexicana, algunos allegados al movimiento de AMLO, reprobaron la atención especial a Calderón y Fox. Ante esto, el presidente comparó la guarida de ocho elementos, con la Guardia Nacional que impulsó desde su llegada al poder.
"Antes eran 50 millones de pesos para cada expresidente, promedio. Ahora no hay eso, estamos hablando de un grupo, de una guardia para protegerlos. Yo desearía que se protegiera así a todo el pueblo, es más, por eso es la Guardia Nacional, para proteger a los mexicanos, es mi responsabilidad", dijo.
"Que cuidemos la vida, que cuidemos los bienes de todos los mexicanos, es la responsabilidad del presidente, del representante del estado, por eso todos los días estamos garantizando que no haya robos, que no haya secuestros, homicidios, es mi trabajo y soy responsable".
López Obrador informó que el ex presidente Enrique Peña Nieto no ha solicitado protección, pero en caso de que él o cualquier otro funcionario lo solicitara de manera justificada, se analizaría su caso.
México se encamina al trimestre más violento en la historia, con un número inédito de asesinatos. La inseguridad fue uno de los reclamos más sonoros de la sociedad en la pasada campaña presidencial.