La polémica que desató el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al solicitar al rey Felipe VI a través de una carta que pidiera perdón por los atropellos cometidos durante la conquista española, hace cinco siglos, no ha terminado.
Ahora, son los descendientes de Moctezuma, el emperador azteca, quienes critican al mandatario mexicano al considerar que no tiene caso pedir disculpas por algo que pasó hace cinco siglos, además que no desean que sus antepasados se usen con fines políticos.
En el borrador de la carta que fue enviada al monarca y que se presentó en medios de comunicación mexicanos, López Obrador señalaba que la conquista había sido un proceso "tremendamente violento, doloroso y transgresor; comenzó como un acto de voluntad personal contra las indicaciones y marcos legales del Reino de Castilla y la conquista se realizó mediante innumerables crímenes y atropellos".
Además de ser ampliamente criticado por distintos sectores, el gobierno de España le respondió que no habría tal disculpa. El Vaticano dirigió una petición similar y la respuesta fue que el Papa Francisco ya había pedido perdón por los abusos cometidos por la Iglesia Católica en contra de las comunidades indígenas que fueron evangelizadas.
Juan José Marcilla de Teruel-Moctezuma, actual titular del ducado de Moctezuma, título nobiliario español creado por la reina Isabel II, el 11 de octubre de 1865 a favor de Antonio María Moctezuma-Marcilla de Teruel y Navarro, señaló al diario español ABC que una de las cosas que le sorprende de la petición de AMLO es que no tiene sangre azteca, pues, como se sabe, José Obrador Revueltas, su abuelo materno, llegó a México procedente de España en 1917 y se estableció en Macuspana, Tabasco, donde nació la madre de López Obrador.
"Me sienta francamente mal que se use la figura de mi ancestro con fines políticos. No tiene ningún sentido exigir al rey que pida perdón por algo que ocurrió hace cinco siglos, y se lo dice alguien que tiene sangre azteca a alguien que no", dijo a la publicación el duque y representante de un linaje de emperadores mexicas.
Consideró que lo que más sorprende del mensaje de López Obrador es que no exige las disculpas en nombre de las comunidades indígenas afectadas sino, "dentro de la tradición criolla", insiste en que todos los mexicanos descienden de los mexicas, incluido él, con dos apellidos castellanos y un abuelo cátabro exiliado a principios del siglo XX.
"Todo ello mientras la población indígena sigue asfixiada frente a los retos del México moderno. En tiempos de la independencia, la Nueva España conservaba al menos un 50% de la población indígena, y un 20% de la mestiza. Cifra que no ha dejado de disminuir desde que se marcharon los conquistadores: solo el 23% de los mexicanos se considera indígena o descendiente de indígenas, según una encuesta interracial realizada en 2015", citó el diario.
"En México han cogido la costumbre de ocuparse más de los indios muertos que de los vivos. Ese es el problema", señaló el descendiente de Moctezuma.
En su opinión, las condiciones de vida de la población indígena empeoraron con la salida de los españoles, que otorgaron una protección legal que incluía el acceso a la educación y un plan de integración.