Según el Reporte de la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos, del Departamento de Estado de EEUU, esa nación apoyó la lucha contra el narcotráfico en México por medio de servicios de inteligencia, entrenamiento y equipo especializado.
En el Volumen I del informe, a cargo de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y de Cumplimiento de la Ley, se tocaron temas de Control de Drogas y Químicos. El reporte, con fecha de marzo de 2019, abarca información de enero a diciembre de 2018.
De acuerdo con el documento, al que tuvo acceso Infobae, Estados Unidos apoyó las labores de la Secretaría de Marina (SEMAR), la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Policía Federal, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Procuraduría General de la República (PGR) precisamente con entrenamiento, equipo especializado y labores de inteligencia.
"En agosto, SEMAR incautó y destruyó más de 130 toneladas de metanfetaminas procesadas y más de 29,000 litros y 10,000 kg de químicos precursores de múltiples laboratorios clandestinos, así como sitios de almacenamiento bajo tierra en Sinaloa y Durango".
Según el informe, durante esas acciones SEMAR usó equipo y entrenamiento de la DEA.
La visión sobre México
Al inicio del informe se encuentra un escrito del presidente Donald Trump, en el que expresó su preocupación por algunas naciones.
"México es una fuente significativa y un país de tránsito para la heroína, marihuana y drogas sintéticas destinadas a los Estados Unidos y es un importante país de tránsito para la cocaína de América del Sur. Estoy profundamente preocupado de que los cultivos ilícitos de drogas se hayan expandido en sucesivos años en Colombia, México y Afganistán y están ahora en niveles récord."
"La producción de drogas y el tráfico en estos tres países afecta directamente los intereses nacionales de Estados Unidos y la salud y seguridad de los ciudadanos estadounidenses. La heroína generada en México y la cocaína de Colombia están reclamando miles de vidas anualmente en Estados Unidos".
En el informe se indicó que se cree que México es la fuente primaria de heroína hacia el mercado doméstico en Estados Unidos y también la principal ruta del fentanilo originario de China. Según sus datos, en 2017 se estimó una producción en México de 111 toneladas de drogas en un espacio de 44,100 hectáreas.
Iniciativa Mérida, la clave
En el informe se estableció que la Iniciativa Mérida, un acuerdo bilateral de cooperación en seguridad firmado por ambos países en 2007, es "el principal impulsor de la cooperación de seguridad bilateral y desempeña un papel clave contra la epidemia de opioides en Estados Unidos". La idea es detener el tráfico ilícito de los opioides producidos en México.
Esta iniciativa apoya la capacitación de perros para detectar fentanilo y de acuerdo con el documento, en febrero de 2018 expertos de la Policía Montada de Canadá ofrecieron entrenamiento en México para la detección de fentanilo usando canes.
También hubo un entrenamiento en octubre enfocado en programas caninos para la SEDENA Y PGR y en julio en la frontera de Nogales se ofreció una clase para 34 oficiales mexicanos.
El documento informó que la asistencia de EEUU a México incluye "capacitación y equipo para desmantelar laboratorios de drogas clandestinos, tecnología avanzada de seguridad aeroportuaria, equipo de inspección para cruces fronterizos y puestos de control y tecnologías de reconocimiento para mejorar el transporte marítimo".
Hacia el final del reporte sobre México, el documento señaló que el tráfico de droga, la corrupción y la violencia relacionada siguen siendo los principales retos para la seguridad de los ciudadanos en México.
El fracaso de la Iniciativa Mérida para detener la corrupción y violencia en México
InSight Crime, una organización de investigación especializada en temas de seguridad, realizó un análisis para señalar las deficiencias en el abordaje y la implementación de la Iniciativa Mérida.
La organización calificó la Iniciativa como "ineficaz" debido a dos razones fundamentales. La primera es porque la violencia, lejos de disiparse, ha ido en aumento. Esto, señaló, debido a que se ha insistido mucho en el uso de fuerzas militares para combatir el crimen organizado, cosa que solo ha generado una escalada de muertes en México desde que se puso en marcha.
Puso como ejemplo el juicio del capo Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera, que superficialmente podría parecer un duro golpe contra el narcotráfico. Sin embargo, sólo es el reflejo de una estrategia que únicamente ha provocado una descentralización del crimen. "Grupos como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se formaron como resultado de la fractura de cárteles anteriores", subrayó la organización.
La segunda razón es la corrupción. La iniciativa buscó atacar este delito a través de su participación en una serie de reformas que introdujeron un sistema de enjuiciamiento acusatorio abierto como el que existe en Estados Unidos. Anteriormente, México dependía de un sistema inquisitorial menos transparente, en el que todos los juicios se daban a puerta cerrada.
Sin embargo, según la organización, faltaron recursos para brindar a policías y fiscales el adiestramiento necesario para adaptarse a sus nuevas funciones en el sistema. El resultado ha sido hasta ahora un intento fallido por imitar procesos legales como los de Estados Unidos, en un país cuyo sistema judicial es ineficiente y altamente corrupto.
Según la organización, la estrategia que pretende aplicar López Obrador durante su gobierno no parece tener muchas posibilidades de cambiar el panorama, pues su política de seguridad continuará haciendo uso de la militarización con la implementación de la guardia nacional.