El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hoy en conferencia de prensa, reiteró que el gobierno mexicano no revelará las cartas que se enviaron al re de España, Felipe VI, y al Papa Francisco, donde les solicita pedir perdón a los pueblos originarios por los abusos cometidos en la Conquista y durante la Colonia.
"Queremos llevar una muy buena relación con todos los gobiernos del mundo y vamos a defender nuestros ideales sin extravagancias, sin protagonismos, ahora que se suscitó la polémica por la carta, actuamos con prudencia", dijo López Obrador.
Agregó que se siente "contento" por la polémica que despertó el asunto, pues se originó un debate importante para el país.
"No vamos a dar a conocer la carta para esperar que se serenen las cosas, fue bueno, no voy a dejar de decirlo, me siento hasta contento porque se despertó un debate que es importante, la historia es importante, la memoria histórica, es importante saber de donde venimos para saber hacia donde vamos… y ya logramos ese propósito".
El mandatario mexicano recalcó que es "muy buena polémica siempre y cuando se de en el marco del respeto", sin embargo, salió el racismo y clasismo de la sociedad.
"Tan es importante fue este debate y lo que se plateo, que se salió hasta lo que estaba ahí en el subsuelo, las corrientes subterráneas, salió hasta el racismo que aveces dicen no no somos racistas, no somos clasistas, somos republicanos y no es así, el conservadurismo está ahí.
"Esto es parte de lo que debe de ser la vida pública de, hace tiempo que no pasaba", finalizó.
López Obrador, ayer insistió en que el pedir perdón traerá reconciliación.
Es ofrecer disculpas, pedir perdón para hermanarnos y reconciliarnos , ese es el planteamiento, ¿o es mucho pedir?", expresó.
Las cartas se mandaron tanto al rey de España como al Papa Francisco el 1 de marzo, pero apenas el lunes salió a la luz la información del envío de dichas misivas, ocasionando una serie de declaraciones a favor y en contra, por parte de políticos, académicos, historiadores y escritores en México y España.
En un comunicado, el gobierno de España respondió que " la llegada, hace quinientos años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas".
El Vaticano, por su parte, no ha dado una respuesta al respecto, aunque descartó una nueva visita del Papa Francisco a nuestro país.