La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) multó a las compañías aéreas Aeroméxico y a la extinta Mexicana de Aviación por prácticas monopólicas, cometidas entre 2008 y 2010, confirmó este jueves la aerolínea.
En un comunicado, Aeroméxico, que no reveló a cuánto asciende la sanción, señaló que esas prácticas monopólicas también fueron atribuibles a Interjet y a Volaris, aunque estas dos compañías no percibieron ninguna multa.
La aerolínea manifestó su "desacuerdo en el contenido de la resolución, que además es discriminatoria y extemporánea, pues refiere supuestos hechos ocurridos hace una década e involucra a una empresa que suspendió operaciones desde hace más de ocho años".
Sostuvo además que siempre ha respetado las "prácticas de libre mercado, libre concurrencia y la legislación aplicable" en el sector aeronáutico.
Por eso, anunció que combatirá la resolución de la Cofece, a través de los medios legales respectivos. Y presentará los argumentos y las evidencias de las "graves irregularidades" en el caso.
Según informó la empresa en su comunicado, mostrará "pruebas de dudosa autenticidad, violación de comunicaciones privadas, invasión de instalaciones y sustracción de información con una orden que no pertenecía a la empresa investigada".
La resolución, según dijo Aeroméxico, refleja la falta de entendimiento del sector aéreo nacional por parte de las autoridades, ante la compleja situación "por la que atraviesa respecto del entorno internacional, lo que representa un riesgo más para el adecuado desarrollo de la industria".
Asimismo, expresó su "disposición de colaborar con todas las autoridades para enfrentar los retos de la industria y promover su desarrollo para generar más y mejores empleos en México".
— Aeroméxico (@Aeromexico) March 9, 2019
La otra compañía multada, Mexicana de Aviación, fue declarada en quiebra en abril de 2014, tres años y siete meses después de que dejara de operar como consecuencia de una crisis financiera generada por pasivos superiores a 800 millones de dólares.
En 2005, el empresario Gastón Azcárraga y otros inversionistas adquirieron la aerolínea por 165 millones de dólares, aunque en 2010 fue vendida al consorcio Tenedora K por una cifra simbólica.
Azcárraga se enfrenta a diversas demandas penales y administrativas vinculadas a su presunta administración fraudulenta de la empresa aérea.
La empresa ha librado una serie de batallas desde el año pasado, cuando ocurrió el accidente en Durango además de las fallas de los modelos Boeing 737 MAX, aviones de los que la compañía mexicana tenía varios ejemplares.