Una madre del municipio de Allende, en Nuevo León, descubrió a través de textos en Messenger que sus dos hijos eran abusados sexualmente por su vecino de 36 años.
De acuerdo con la denuncia que había presentado la mujer en el mes de enero, al revisar el teléfono de uno de sus hijos se dio cuenta que a través de Messenger le llegaban mensajes extraños de una persona ya mayor, cuando le preguntó por qué le enviaba esos recados, el menor empezó a llorar y le reveló que había sido abusado sexualmente por el hombre al que la policía local identificó como Iván Guadalupe M.
Su otro hijo le confesó que también había abusado de él y de acuerdo con los testimonios de los menores, el hombre grabó a uno de los hermanos, de los que no se ha revelado la edad.
Entrevistados por personal especializado de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Nuevo León, reiteraron que habían sido abusados por su vecino, uno de ellos agregó que no sólo lo grababa sino que también le mostraba videos de personas sin ropa.
Iván Guadalupe fue detenido el lunes y se le acusa de atentados al pudor, equiparable a la violación, corrupción de menores y pornografía infantil, pero éste último no se le pudo acreditar porque no se encontraron videos en el material que fue incautado en su domicilio en la colonia Eduardo A. Elizondo, donde las autoridades decomisaron 10 teléfonos celulares, una memoria usb, un casette, una caja de plástico, una cámara, una tablet, y una memoria micro sd.
El detenido fue trasladado al Penal de Topo Chico, en Monterrey, considerado una de las cárceles más peligrosos del país.
Este no es el primer caso de abuso a menores que es descubierto a través de las redes sociales. En febrero, una madre en el Estado de México transmitió por Facebook Live escenas de su hija de 8 años que aparentemente tocaba a su pareja mientras estaba desnudo en una cama.
Tras ser identificada por vecinos y familiares que vieron la transmisión, la mujer fue detenida pero el hombre logró huir, a pesar de que los vecinos lo buscaron por las calles cercanas a su domicilio.
Según la mujer, el hombre no estaba abusando de la niña sino que forcejeaban porque la menor le reclamaba que toda la semana había estado bebiendo alcohol.