El pasado fin de semana en el municipio de Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz, aparecieron varias narcomantas firmadas por uno de los más emblemáticos jefes del Cártel de Sinaloa: Ismael "El Mayo" Zambada.
Las mantas fueron encontradas en distintos lugares de Coatzacoalcos, uno de los municipios que recientemente fueron escenario de enfrentamientos entre elementos de la Fuerza Civil y presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación, los bloqueos y refriegas se prolongaron por días dejando como saldo un elemento de las fuerzas de seguridad muerto y 5 más del grupo delictivo.
De acuerdo con información de medios locales, los mensajes lanzaban la advertencia de que regresaría el Cártel de Sinaloa a Veracruz, y junto con ellos "la vieja escuela" del narcotráfico mexicano.
"Comienza la limpia en el país venimos con todo el apoyo del gobierno federal regresa la nueva escuela bienvenidos al dialogo todos Atte: Mayo Zambada", dice una de las narcomantas.
Además de la advertencia en los mensajes se lee, "o se alinean o los alineo", una clara amenaza para los integrantes de CJNG.
La aparición de estos mensajes firmados supuestamente por "El Mayo" Zambada, no han sido las únicos que han aparecido en territorio mexicano. El 20 de febrero pasado, integrantes del Cártel de Sinaloa colgaron en Hermosillo, capital del estado de Sonora, una manta con un mensaje idéntico a los que aparecieron en Veracruz.
También amagaba con con emprender un"limpia" de criminales en la zona y presume que para este fin cuenta con "todo" el apoyo del gobierno federal.
De igual manera, en el mensaje hacían referencia a "la vieja escuela". En las últimas décadas los grandes cárteles han sufrido un reacomodo en su estructura, ya se por la captura o muerte de los cabecillas, o, por luchas internas de poder, que originan rivalidades y traiciones.
Además de Veracruz y Sonora, los comunicados del Cártel de Sinaloa firmados por "El Mayo" también han aparecido en Michoacán, Jalisco, Guadalajara, Nuevo León, Tamaulipas y Estado de México en las últimas semanas.
Ismael "El Mayo Zambada", originario de Culiacán, es considerado el último "gran"narco mexicano del Cártel de Sinaloa, que, contrario a Joaquín "El Chapo" Guzmán" (quien ha sido capturado en 3 veces, dándose a la fuga en 2 ocasiones y que actualmente purga una pena en Estados Unidos); Zambada nunca ha sido capturado por las autoridades, incluso hace años concedió una entrevista al reconocido periodista mexicano Julio Scherer desde la clandestinidad.
Su bajo perfil es lo que lo ha ayudado a mantenerse aislado de todos los conflictos mediáticos y a que las autoridades no puedan dar con su paradero.
Por el contrario, los narcojuniors publican en sus cuentas de redes sociales los excesos y lujos de su vida criminal, llamando así la atención tanto de sus enemigos, como de las autoridades.
Especialistas en el tema del narcotráfico explican que los grupos criminales en América Latina siguen una tendencia hacia la fragmentación, contraria a "la vieja escuela" del narco, en donde era un cártel centralizado y vertical, con un líder a la cabeza.
Con una mayor dispersión de sus estructuras, los líderes narcos pierden capacidad de controlar el negocio desde el origen de la droga, hasta la distribución final, como lo hacían Pablo Escobar con el Cártel de Medellín o Joaquín "El Chapo" Guzmán en el de Sinaloa.
Este camino a la fragmentación de las empresas criminales se debe en parte a las presiones de los gobiernos que tienen cada vez más información y recursos tecnológicos para perseguirlos, pero también a las divisiones internas en los grandes cárteles y a los cambios que el mercado de la droga ha sufrido.
El avance de las drogas sintéticas ha alterado el negocio, escribió Steven Dudley, codirector del grupo de investigación de crimen organizado Insight Crime, en la publicación Foreign Affairs.
"Los carteles mexicanos fueron construidos para el tráfico de drogas como la cocaína y la heroína. Estas drogas, cuya producción requiere mano de obra intensiva y son más rentables cuando se trafican a gran escala, tienden a favorecer el surgimiento de grandes grupos delictivos centralizados que pueden coordinar vastas redes transnacionales de producción y distribución", sostuvo Dudley.
A diferencia de las drogas sintéticas que su producción es de bajo costo a partir de precursores químicos y son lo suficientemente rentables, incluso cuando se producen a pequeña escala, dando así paso a pequeños grupos criminales que operan regionalmente, pero no por eso menos sanguinarios. Por el contrario, las batallas que libran por el control del territorio estos pequeños cárteles, han dejado un baño de sangre en las zonas donde operan.