El negocio de la droga también responde a una lógica mercantil, es por esa razón que las formas de venta se han modificado para satisfacer las exigencias de los clientes actuales.
Antes, el barrio de Tepito era el principal lugar de Ciudad de México para contactar a vendedores y pactar con ellos el intercambio de la mercancía. Después se abrieron narcotiendas en las periferias mientras los antros eran cooptados por dealers. Ahora, no es necesario salir de casa, ya que a través de grupos WhatsApp se pueden pedir los narcóticos y pagar con tarjeta de crédito o débito.
Daniel Cunjama, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Incipe), mencionó que las dinámicas del crimen organizado han cambiado a causa de que la criminalidad del narcotráfico está pensada desde la lógica económica, por lo cual comparten reglas del mercado como cualquier negocio o empresa. Bajo este modelo, las zonas de distribución y venta de estupefacientes se ha flexibilizado.
En estas nuevas dinámicas de venta, las gasolineras juegan un papel fundamental, pues son puntos de venta extendidos en la ciudad. "Antes había un monopolio de quien vendía droga en ciertos territorios. Ahora el monopolio se ha diversificado en términos de células, tipo franquicias, como si fueran un Oxxo o un Seven y éstas no le pertenecen a un dueño, sino alguien las compra y maneja con relativa autonomía", explica Cunjama.
Otra forma de distribuir la droga, la cual se detectó desde junio de 2017, consiste en producir brownies y pasteles con enervantes en su interior para que después los repartidores en motocicletas o bicicletas con mochilas de UberEats al hombro las transporten a los clientes.
En octubre del año pasado, la Policía Federal y la Fiscalía de Narcomenudeo de la Procuraduría capitalina desmantelaron un remolque que había sido adaptado como laboratorio para producir metanfetaminas, así como una narcotienda en un departamento de la colonia Lomas de Sotelo en la Alcaldía Miguel Hidalgo.
Pero también las formas de traficar la droga a otros países se han modificado, ya que según reportes de la Policía Federal y la Secretaría de Marina, se han utilizado envases de salsas, café, productos enlatados, cubetas de mole, botellas de shampoo y otros productos de belleza para hacer llegar la mercancía a Estados Unidos, principalmente.
El año pasado, en Ciudad de México, se registraron 923 denuncias por narcomenudeo con fines de venta y suministro. Las colonias con más casos fueron Morelos (56), Centro (28), Guerrero (27), Pedregal de Santo Domingo (23) y Buenavista (20).