El difícil acceso a la educación de los niños migrantes mexicanos que son repatriados al país es un problema invisible para las autoridades. No existe un censo en el que tengan cifras claras sobre los menores de edad que vivieron en el extranjero y ahora desean ingresar a escuelas del país, lo que impide que se cree estrategias para ayudar en la continuación de sus estudios.
"Como gobierno y como academia hemos fallado para contabilizar el retorno: no sabemos cuántos son, no sabemos dónde están, ni sabemos quiénes son, especialmente en la educación básica", dijo Gloria Ciria Valdez, coordinadora del Seminario Niñez Migrante del Colegio de Sonora al portal de noticias Animal Político. Esta organización trabaja en la investigación de las complicaciones que tienen los niños en la adaptación a México después de haber vivido en el extranjero.
"Nos dimos cuenta también de que no hay estrategias, no hay una política estatal ni regional de corte transversal que llegue a todas las áreas para atender al migrante y sus familias", agregó la especialista.
Esto se debe principalmente a que las autoridades sólo tienen registro de los mexicanos que regresan al país desde Estados Unidos por deportación, pero no considera a quienes vuelven de manera voluntaria.
Además, una vez que ingresan a territorio mexicano desconocen a las escuelas a las que se dirigen los migrantes y las dificultades que tienen para continuar con su educación.
La falta de programas eficientes provoca la disertación escolar de niños repatriados, debido a que su adaptación es compleja. Al no haber recibido educación mexicana en el pasado tienen barreras para aprender de nuevo, como no entender el español en su totalidad, o desconocer la historia y geografía mexicana.
En el caso el idioma, en agosto del 2017 el entonces presidente Enrique Peña Nieto emitió una estrategia para ayudar a 100% de los migrantes menores de edad que no podían hablar bien español.
Ese año la Secretaría de Educación Pública registró a 14.035 estudiantes que habían tenido educación en Estados Unidos. Sin embargo, en junio del 2018, 10 meses después de haberse promulgado el programa, sólo se habían ayudado a 12 personas con problemas de idioma.
Pero hay más proyectos que no cumplen con su función de facilitar la inscripción escolar de los repatriados. Ya sea por su poco alcance, por las trabas que se ponen en la complicada reunión de documentos, o por que las estadísticas no son cotejadas con otras instituciones y no se tiene una visión clara de cuántos niños y en dónde necesitan ayuda.
Tal es el caso del Programa Binacional de Educación Migrante (PROBEM), único en el que se contabilizan los estudiantes migrantes que regresan a territorio mexicano. El programa a través de la Secretaría de Educación Pública tenía cifras de que a nivel federal se habían inscrito a poco más de 14 mil estudiantes en 2017. Pero en otros estados, como en el caso de Baja California, en el mismo año sólo en esa entidad se tenía registro de más de 53 mil trámites.
El problema no sólo es invisible, si no que crece año con año. En el 2010 hubieron 121.582 jóvenes mexicanos de entre 15 y 19 años que regresaron a México desde Estados Unidos, y 402 que llegaron de otros países, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Para el año 2015 se tuvo conocimiento de que en México ya residían 550.492 niños mexicanos de entre 0 y 17 años que habían vivido en el país del norte, y 32.675 provenientes de otros lugares. Esto representa un crecimiento de 478%, pero las estrategias no mejoraron.
Aún se piden múltiples documentos que son difíciles de reunir para las familias que son repatriadas. En la Campaña de difusión de las Normas de Control Escolar relativas a la Inscripción, Reinscripción, Acreditación, Promoción, Regularización y Certificación de la Educación Básica, se solicita:
Acta de Nacimiento o Documento Equivalente.
Constancia de la Clave Única de Registro de Población (CURP).
Documento escolar obtenido en el país de procedencia que respalde el último grado cursado.
Documento de Transferencia del Estudiante Migrante Binacional México-EUA, documento válido en ambos países y no requiere trámites adicionales de legalización.
Resolución de Revalidación de Estudios.
En el caso de que no se cuente con la totalidad de los documentos, se colocará al niño en el grado de estudios que corresponda de acuerdo a sus conocimientos, edad y madurez. Sin embargo esto puede provocar que haya un retroceso en el avance de los estudios debido a la falta de regularización que hay en materias que sólo se imparten en México.