El pasado miércoles el buque Sandino arribó al puerto de Veracruz con un cargamento presuntamente de gasolina que zarpó el 6 de marzo desde la parte oeste de Venezuela, en donde se ubica la refinería perteneciente a Petróleos de Venezuela (PDVSA) llamada Complejo Refinador de Amuay.
Sin embargo, horas más tarde Petróleos Mexicanos (Pemex) negó que transportara combustible, asegurando que llegó a México para someterse a trabajos de reparación. La empresa federal mostró las bitácoras oficiales que indican que la nave zarpó de un puerto del país sudamericano al puerto de Coatzacalcos.
"Esta embarcación no tiene relación alguna con Petróleos Mexicanos", afirmó una fuente a la empresa productiva del Estado al diario El Universal.
Por su parte, el diario Excélsior publicó este buque petrolero que lleva el nombre Sandino en honor al revolucionario nicaragüense Augusto César Sandino, llegó a México cargado con gasolina.
La llegada de Sandino a Veracruz sorprendió porque fue dos meses después de las sanciones que Estados Unidos impuso a la dictadura venezolana por el envío de combustible a otro países y porque México no ha permitido la importación de gasolina de aquella nación. En el papel, Venezuela no debió permitir la salida de la nave marítima hacia territorio azteca, de lo contrario pudiera tener problemas con el gobierno de Donal Trump.
Otra de las razones por las cuales la llegada de esta nave se definió como inusual es porque arribó dos meses después de la situación de desabasto de combustibles que se vivió en el país luego de que el gobierno de Andrés Manuel López decidiera combatir el "huachicoleo".
Una de las versiones es que el desembarco tardío de Sandino en el puerto de Coatzacoalcos sea una consecuencia de la decisión que se tomó en el mes de enero cuando se cerraron los ductos de gasolina como parte de las acciones de López Obrador de acabar con el "huachicoleo". En aquellos días había naves provenientes de Italia, Estados Unidos, Corea del Sur y otros lugares que llevaban semanas sin poder descargar combustible por el cierre de los ductos.
Actualmente, es imposible conocer de manera pública cuál es el cargamento y el tonelaje que trae cada embarcación debido a que las bitácoras de las administraciones portuarias que están a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), sólo dan a conocer el nombre de las embarcaciones, su procedencia y destino, la fecha de arribo y su estatus en el puerto.