Activistas encontraron el cadáver el pasado 12 de marzo, pero el deterioro del cadáver, en avanzado estado de descomposición, dificultaba su clasificación (Video: Youtube Sea Sheperd Conservation Society)
Apareció atrapada en una red para totoabas. El cadáver del mamífero marino flotaba en la superficie del Alto Golfo de California el 12 de marzo.
"Creo que podría ser una vaquita marina. Con las pocas que quedan, sería un alivio que se tratara de un delfín", dijo entonces una de las voluntarias de la organización Sea Shepherd Conservation Society (SSCS), que trabaja para combatir la extinción de especies marinas.
El deterioro que presentaba el cuerpo inerte dificultaba su clasificación. Faltaba la cabeza y una aleta pectoral, pero teniendo esto en consideración, sus medidas, de 1.20 metros, encajaban a la perfección con las de una vaquita -alrededor de 1.25 metros.
"Este animal desafortunadamente parece una vaquita. Tiene el mismo tipo de aletas; el mismo tipo de tamaño; la misma morfología. Eso significa que probablemente estamos en frente de una de las 22 vaquitas que quedan en el mundo ahora" informó tras el operativo de rescate una de las activistas.
En los días siguientes, las autoridades se negaron a facilitar información sobre la clasificación del animal. No podían confirmar su especie hasta no contar con los resultados concluyentes de la necropsia.
Este martes, Científicos de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) campus Ensenada y expertos del Museo Ballena y Ciencias del Mar confirmaron la noticia: los análisis de ADN revelaron que el ejemplar hallado en alta mar era un Phocoena sinus, conocido como vaquina marina. La primera en fallecer este 2019.
Una hembra adulta de 1.40 metros
El director ejecutivo del Museo de la Ballena y Ciencias del Mar, Francisco Gómez, confirmó a Infobae México que la necropsia reveló que la vaquita fallecida era una hembra adulta, de aproximadamente 1.40 metros.
El experto indicó que el Laboratorio de Ecología Molecular de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) se encargó de practicar la autopsia del cadáver.
Con el fin de conocer la causa de la muerte, se contactó al equipo de científicos a cargo de la necropsia, quienes remitieron a la Subsecretaría de Sustentabilidad de Baja California, institución que hasta el momento no ha respondido a la petición de información.
A pesar de la falta de respuesta por parte del organismo, los activistas de Sea Sheperd confirmaron en su video que el cuerpo de la vaquita apareció enredado en trampas para totoaba, la causa principal de que esta pequeña marsopa esté en peligro de extinción.
Se calcula que en la actualidad existen únicamente entre 6 y 20 ejemplares de vaquita marina. Su desarrollo se ve amenazado gravemente por las redes ilegales utilizadas para capturar totoaba, un pez endémico del Golfo de California que se vende a precios desorbitados en China.
Las vaquitas quedan atrapadas en estas redes agalleras para totoabas hasta que mueren. Días antes de que apareciera el cuerpo inerte del cetáceo flotando en el agua, activistas destaparon irregularidades en la concesión de ayudas para la conservación de la vaquita marina.
"La vaquita sigue sufriendo debido a la pesca ilegal, que mermó su población a alrededor de los 15 ejemplares. Y el hecho de no transparentar los recursos y utilizarlos como políticas asistencialistas en vez de incentivos a los pescadores que demuestren buenas prácticas, empeora la situación" reclamó entonces el director del Centro para la Diversidad Biológica Alejandro Olivera.