Este martes una periodista leyó, durante la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, la última carta que dejó Édgar Tamayo Arias, un mexicano que fue ejecutado en Texas tras haber sido acusado del asesinato de un policía en EEUU.
Tras su lectura, el mandatario mexicano anunció que buscará que los consulados defiendan a los ciudadanos en el extranjero y reiteró que su gobierno no está a favor de la pena de muerte, por lo que siempre se buscará defender la vida de las personas.
El presidente dijo que se atenderán las solicitudes que hizo Tamayo antes de morir para que lo sucedido con él no se vuelva a repetir. Su respuesta llegó 5 años después de que este hombre fuera ejecutado, sin embargo, su mensaje sigue vigente.
"El mensaje que quiero darles es, que si me ejecutan, por favor les digas a todos mis paisanos, mi México entero que me disculpen por haberles fallado y llegado encajonado. Ojalá que lo mío sirva de ejemplo para otras personas (…) siempre vamos a ser las víctimas de nuestra pobreza y de nuestro propio color", decía la carta que envió el mexicano a Pablo Antonio Castro, quien era presidente de la Confederación de Asociaciones y Clubs de Morelenses de Estados Unidos y Canadá.
En la misiva, fechada el 7 de enero de 2014, Tamayo se declaró profundamente decepcionado de las gestiones realizadas por el consulado mexicano y aseguró que casos como el suyo eran usados por los miembros de la embajada con fines propagandísticos sin que esto tuviera repercusiones en su situación legal.
"¡No quiero que meta mano el mentado Consulado!, la verdad que esta gente me decepciona (…) nunca hicieron nada. Siempre que un paisano va a ser ejecutado, siempre quieren quedar bien ante las cámaras para verse bien con el gobierno de México y los paisanos".
La ejecución de Tamayo Arias se llevó a cabo el 22 de enero de 2014. Su caso estuvo llenó de críticas y apelaciones; por un lado porque había un debate respecto a si el acusado era mentalmente capaz y era elegible para la pena de muerte, y por el otro, porque nunca se le informó que podía pedir ayuda consular luego de su arresto, en 1994.
Édgar, quien tenía 46 años de edad al momento de su ejecución, era uno de los 51 casos que el gobierno de México presentó en 2004 ante la Corte Internacional de Justicia. Todos los expedientes son de personas que fueron condenados a muerte en Estados Unidos, sin que hubieran recibido durante sus procesos penales ayuda consular oportuna.
Aunque el tribunal internacional emitió una sentencia a favor de los mexicanos, esto no evitó que Tamayo Arias, proveniente de Miacatlán, Morelos, fuera ejecutado. Un día antes de este evento, escribió una carta póstuma en la que pidió a las autoridades evitar a toda costa que otro compatriota corra la misma suerte que él.
En esa última misiva, también solicitó que los consulados de México velen por las necesidades de las personas sentenciadas a pena de muerte y de sus familias, "sin esperar a que tenga una fecha de ejecución para intervenir".
Ante esto, López Obrador dijo durante su conferencia de prensa de este martes, que se presentará al Senado de la República, una propuesta para que los 50 consulados en el mundo, se vincúlense con una procuraduría encargada exclusivamente de la defensa de los millones de mexicanos que viven en el extranjero.