Durante años, una mujer que vivía en la Costa Grande del estado de Guerrero juntó sus monedas de oro para cumplir un deseo que le daba sentido a cada día: viajar al Vaticano para conocer al Papa y sentirse más cerca de Dios.
Además de caro, resultaba difícil, pues entonces no existían muchos medios de transporte desde su pueblo hasta la santa sede. Primero, tendría que viajar al puerto más popular del estado, Acapulco, y de ahí emprender una larga travesía para llegar hasta Europa.
La única forma que tenía de llegar al puerto era caminando aproximadamente día y medio guiándose por la luz de la Luna o soportando el fuerte Sol, pero eso no desanimó a la mujer que por años trabajó duró para poder cumplir su sueño.
Cuando finalmente logró ahorrar lo que consideraba era suficiente para viajar a Italia, se sentía tan feliz que le contó a todo el pueblo que ya tenía el dinero para conocer al sumo pontífice.
Según la leyenda, plasmada en la página electrónica de la estación de radio Joya 93.7, en su ataque de alegría, la mujer también le contó a los habitantes del pequeño pueblo los días y las horas en los que emprendería la caminata con rumbo a Acapulco, su primera parada.
Para evitar que las fuertes temperaturas en la zona retrasaran su viaje, decidió partir un día por la madrugada, a las 4:00 horas y así poder avanzar lo más posible antes de la salida del Sol.
La ruta era caminar por la orilla de la playa guiada por la luz de la Luna, pero ese día no había Luna, y para no retrasar su viaje decidió iluminar el camino con un candil de petróleo.
Nunca pensó que en su viaje encontraría un problema que le impediría cumplir su sueño: un grupo de hombres le salió al paso, la atacó, le quitaron todo el dinero que había estado reuniendo, y la mataron.
La tragedia ocurrió entre la Playa del Carrizal, considerada una de las playas más lindas del municipio de Coyuca de Benítez, y Mitla, rumbo en el que aseguran que todas las noches en las que la Luna se oculta, se ve por la orilla a una mujer que camina con un candil en la mano que simplemente aparece y desaparece, despertando la curiosidad de los visitantes y los habitantes del lugar.
Esta historia dio origen a la leyenda de "La Mujer del Candil".